Denuncian a ex funcionario por la venta de un lote

Un matrimonio dice que el ex director de Minería quiere desalojarlos de un terreno que ellos le compraron a él y a un socio. El hombre lo niega.

Denuncian a ex funcionario por la venta de un lote

Existen algunas transacciones que precisan de asesoramiento legal, más aún cuando los interesados desconocen aspectos técnicos que hacen al núcleo de la operación. A la hora de la adquisición de un inmueble las precauciones deben reforzarse de manera tal de disminuir al máximo los riesgos que envuelven este tipo de negociaciones.

El episodio vivido por Romina Nuñez (34) es un caso paradigmático de lo apuntado anteriormente. Junto a su esposo, Marcos Bechart (38), emprendió la aventura de comprar un lote y establecerse en Guaymallén con su familia. Enrevesados periplos tuvieron que sortear para hoy, no sin inconvenientes, disfrutar de la casa propia.

La historia comienza cuatro años atrás cuando la pareja decidió adquirir un terreno de mil m2 en Los Corralitos. Lo hicieron luego de contactar a un “conocido” de Bechart, Raúl Segura, quien en sociedad con el ex director de Minería de la provincia, Carlos Molina, habían comprado y fraccionado vastos terrenos en el norte del departamento para finalmente ponerlos a la venta. Los lotes en oferta eran alrededor de 15.

“Como había una relación de cierta confianza con Segura, decidimos llevar adelante la operación sin previsiones importantes”, explica Nuñez, y añade: “Sí nos aseguramos de que la propiedad estuviera realmente a nombre de quienes decían ser sus dueños y de que estuviera correctamente inscripta; esto lo corroboramos en el Registro Catastral, y no saltó ningún tipo de anormalidad”.

De esta manera, pagaron 10 mil pesos y el resto fue financiado en 24 cuotas de 1.300 pesos en una primera instancia, y de 1.850 en un segundo período. Después de dos años aproximadamente, el matrimonio concretó su meta: un lote en calle Lillo, entre Buenos Vecinos y Milagros. “Los pagos fueron en tiempo y forma, y mientras íbamos pagando, empezamos a construir”, cuenta Romina.

Como sostiene la mujer, el vínculo establecido entre las partes tenía cierta carga afectiva, es que había un eslabón de confianza, lo que -de alguna manera- era garantía en la operación.

Por otro lado, no existió boleto de compra-venta del inmueble, “aunque lo solicitamos pero nos dijeron que cuando el terreno fuera cancelado en su totalidad lo haríamos”, detalla. “Sí tengo -asevera Romina- comprobantes del pago inicial y de algunas de las cuotas abonadas”.

Las anomalías llegaron con el fallido proceso de escrituración. “En su momento la parte vendedora me dijo que para poder escriturar debía hacerlo en condominio de 2 mil m2. Como yo sólo adquirí mil, los restantes metros fueron comprados por mi padre abonando de contado y cumpliendo todas las instancias legales”, relata la entrevistada.

Una vez reunidos los requisitos planteados por Segura y Molina, todo indicaba que la escritura estaba más cerca. Sin embargo, los impedimentos recién veían la luz. Es que “siempre había un pero; los llamados a la escribanía por parte nuestra eran recurrentes, no obstante las demoras continuaban”, recuerda la mujer, quien nunca imaginó “que podría tratarse de una cuestión de mala fe de la otra parte”.

El momento bisagra en el que la familia damnificada decidió tomar cartas en el asunto se produjo a fines de noviembre. “Llegando a mi casa, encuentro en la puerta a Carlos Molina acompañado de una mujer quien alegaba ser escribana. Insistí con que presentara su identificación o matrícula, a lo cual se negó”, describe. También adujo que sufrió amenazas de desalojo por parte de Molina, quien la trató de “usurpadora”.

Como forma de garantizar “la legalidad de la transacción realizada”, y a pedido del matrimonio, Segura firmó un acta declarativa que certifica que ellos son los titulares del terreno ante escribano público. Simultáneamente, los afectados intimaron al ex director de Minería a través de carta documento.

“Le solicitamos que se expida sobre las circunstancias vividas y resolvamos el problema”, exhorta Romina.

"Nunca pagaron el terreno, no recibí dinero alguno"

Carlos Molina estuvo a cargo de la dirección de Minería hasta hace pocos días (gestión Francisco Pérez). En diálogo con Los Andes, desdijo íntegramente a Romina Nuñez. “Nunca pagaron el terreno, y si así lo hicieron, los insto a que lo comprueben”, lanzó. “A mi también me interesa resolver está situación de inmediato, quiero el dinero que me corresponde”, continuó.

Inclusive, puso en tela de juicio la relación con su socio: “Si hubo pago, Segura no me ha informado, no recibí dinero alguno, además no logro dar con él”.

Los dichos de Molina tampoco coinciden con lo relatado por la parte compradora respecto a la insólita situación ocurrida en la puerta de entrada del inmueble en disputa. El ex funcionario desmiente la amenaza sostenida por Nuñez y dijo que “la señora que me acompañó al lugar lo hizo en calidad de testigo ya que fuimos a constatar que en ese terreno -que es de mi propiedad- hoy hay una vivienda”.

Para finalizar, Molina ratificó que “no hubo estafa, sólo quiero mi dinero” y reveló que “mis abogados se van a encargar del asunto”.

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