Vienen en muchos colores y sabores, y los fabricantes ponen mucho empeño en la mercadotecnia para sobrevivir a la tan cerrada competencia del mercado.
En general, los dentífricos están compuestos por:
Agua
Flúor
Abrasivos
Colorantes
Saborizantes artificiales
Pero algunas marcas populares emplean otros ingredientes o hacen variaciones en los porcentajes de los mismos para darle un plus a su producto. Estas variaciones en los componentes de la fórmula pueden ser muy benéficas para ti si los sabes identificar o pueden hacerte la vida imposible.
Flúor o floruro. Es un mineral que nos ayuda a endurecer el esmalte dental. Puede ser un buen aliado para tus dientes, pero las personas que viven con fluorosis o en poblaciones con agua fluorada, deben evitarlas, ya que pueden causar efectos adversos.
Abrasivos. Las pastas con cristales o abrasivos suelen ser más eficientes en la remoción del sarro, y hacerte notar cambios inmediatos en el color de tus dientes, pero debes tener especial cuidado con éstas, ya que si tienes problemas de abrasiones de esmalte o sensibilidad dental, solamente lograrás el desgaste excesivo, que se traducirá en la agravación de los síntomas.
Blanqueadores. Sólo algunas marcas contienen un pequeño porcentaje de peróxido blanqueador, como el utilizado en el consultorio, jamás habrá resultados parecidos a los de un blanqueamiento clínico, pero pueden ser coadyuvantes después de un blanqueamiento con el dentista. No recomendados en personas con dientes sensibles.
Desensibilizante. Las pastas desensibilizantes contienen elementos como el nitrato de potasio, cloruro de estroncio y flúor, que ayudan a cerrar los poros de la dentina con cristales para que las terminaciones nerviosas no sean estimuladas por los agentes irritantes como el aire o el frío. Se usan en conjunto con cepillos suaves, y normalmente obtendrás buenos resultados. No cuentan con los abrasivos que pulen los dientes, tampoco sustituyen la visita al dentista cuando existe sensibilidad.
Es importante identificar la pasta que se acomode a tus necesidades para poder evitar futuras complicaciones. No olvides que la visita al dentista es recomendable 2 veces al año. Él podrá ayudarte a elegir el dentífrico ideal para ti.
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