Demócratas y republicanos con dos claros candidatos favoritos

Hillary Clinton apuesta por demostrar su fuerza en primarias, mientras que Donald Trump suma aliados en su partido.

Demócratas y republicanos con dos claros candidatos favoritos

Hillary Clinton contaba ayer con una victoria en las primarias demócratas en Carolina del Sur frente a Bernie Sanders, antes de la jornada del “súper martes”, para consolidar su liderazgo hacia la investidura para las presidenciales de noviembre en Estados Unidos.

Aunque los demócratas se colocaron ayer en el centro de la actualidad política norteamericana, los republicanos no se quedaron atrás y escalaron la guerra, principalmente el magnate Donald Trump y el senador de origen cubano Marco Rubio.

Ambos intercambiaron insultos en eventos de campaña paralelos, en los que debatieron desde temas serios hasta quién de los dos usa más maquillaje o cuál es un estafador.

“El tipo que tiene el peor bronceado artificial de Estados Unidos me ataca por usar maquillaje”, ironizó Rubio, de 44 años, ante sus seguidores en Georgia. Por su parte, Trump ridiculizó a su rival por maquillarse en los debates.

Desde el jueves, Rubio ha usado contra Trump, de 69 años, el mismo tono que el magnate ha utilizado durante la campaña para descalificar a sus contrincantes republicanos. El senador de Florida se mofó de las faltas de ortografía del hombre de negocios, cuestionó su olfato empresarial y lo tildó de estafador por una demanda de estudiantes contra la ya desaparecida Universidad Trump.

El magnate contraatacó burlándose de las orejas de Rubio y de su tendencia a transpirar, en un evento en la pista de un aeropuerto en Arkansas. “¿Yo, un estafador? Yo construí una gran empresa”, afirmó.

Gobernadores con Trump 
Estos agrios intercambios hicieron las delicias de Hillary Clinton, que se presenta como la candidata más experimentada para asumir la presidencia y lograr conseguir alianzas internacionales, sobre todo con los países musulmanes para luchar contra la organización yihadista Estado Islámico.

“¿Cómo un candidato a la presidencia podrá formar una coalición con ellos si pasa la mitad del tiempo insultándolos?”, se preguntó la ex secretaria de Estado de 68 años en Alabama, donde hizo un mitin antes de regresar a Carolina del Sur en la noche del sábado.

Pero Trump, que ha ganado tres de las cuatro primeras jornadas de primarias republicanas, es el favorito de cara al “súper martes”, el 1 de marzo. En las últimas 24 horas recibió el espaldarazo de dos gobernadores, Chris Christie de Nueva Jersey y Paul LePage de Maine, y de la ex gobernadora de Arizona Jan Brewer.

Esto es una muestra de la creciente aceptación del magnate dentro del Partido Republicano, cuya cúpula no obstante busca desesperadamente torpedear su candidatura.

La demócrata favorita
Clinton es la favorita en Carolina del Sur, estado histórico del sureste estadounidense, gracias al apoyo de la comunidad negra, que representa la mitad de los demócratas. Las mesas de votación cerraban anoche.

Los partidarios de la ex senadora, sobre todo los de más edad, dicen que jamás han considerado la opción “Bernie”.

“Ella es la mejor de los dos candidatos. Ha estado luchando toda su vida”, dijo Jay Smith, un jubilado que asistió a votar ayer con su hijo Roy. Ambos apoyaron a Clinton.

“Nunca hemos tenido a una mujer presidenta, es hora de que le demos la oportunidad de crear el caos. Los hombres lo han estado haciendo por 300 años”, dijo Elvira Kennedy, de 70 años.

Sanders ya tiene la cabeza en los estados del centro-oeste y norte del país que votarán en marzo. El senador por Vermont pasaba la jornada de ayer en Texas y Minesota.

“Estábamos 30 puntos por detrás en New Hampshire y ganamos. Teníamos 25 puntos de desventaja en Nevada, y quedamos apenas 5 puntos por detrás”, dijo Sanders, de 74 años, ante una multitud en Austin, Texas.

Sólo el 3% de los delegados para la convención de investidura demócrata de julio en Filadelfia, de cara a las presidenciales de noviembre, serían adjudicados.

Pero 11 estados votarán en el “súper martes”, que definirá 18% de los delegados demócratas en juego (y 24% de los delegados republicanos).

México repudia a Trump

El expresidente Felipe Calderón se unió ayer a las críticas suscitadas en México por los comentarios del precandidato presidencial republicano Donald Trump y consideró que el multimillonario estadounidense es un “racista” que alienta el odio, comparable a Adolf Hitler.

“Yo creo que esta lógica de exaltar la supremacía blanca no es siquiera actuar contra la inmigración. Donald Trump es descendiente de migrantes; está actuando y hablando en contra de inmigrantes que tienen un color distinto de él. Es francamente racista y un poco es la explotación de fibras sensibles que en su momento el propio Hitler hizo”, afirmó Calderón  al finalizar un evento del Partido Acción Nacional, al cual pertenece, en la capital mexicana.

Al preguntarle los periodistas al respecto, el ex mandatario aseguró que Donald Trump “está sembrando el odio” antiestadounidense en todo el mundo, algo que “no conviene” a Washington, y lamentó que utilice para ello “fibras y sentimientos más que razones”.

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