Martín Demichelis volverá a ser titular en el seleccionado argentino, por las suspensiones de los dueños de los puestos de zaga, y espera que el equipo tenga "un partido sólido" ante Paraguay, asumiendo la crítica que lo envuelve.
"Si cuestionan a Leo (Messi), imaginate si no voy a aceptar que me cuestionen a mí", sintetizó Demichelis, teniendo en claro las reglas del juego del fútbol en un país como Argentina.
"La gente cuestiona el presente o hace un análisis de futuro a corto plazo -continuó-, me toca estar y no me puedo permitir ponerme a leer la opinión de la gente. Vengo con la intención y el derecho de poder ayudar, me siento preparado, capacitado".
Demichelis jugará como marcador central en lugar de Ramiro Funes Mori como Mateo Musacchio entrará por Nicolás Otamendi, ambos suspendidos.
"Ojalá con Paraguay tengamos partido sólido, que generemos situaciones a través de la posesión, que seamos dominantes y lo tengamos controlado", sintetizó.
Respecto del empate con Perú, admitió que "hay cosas que no las podemos obviar, es evidente que el pospartido nos afectó, nos duele, no tanto por el resultado sino por del desarrollo".
"Se necesita un tiempo -insistió-, quedó la sensación fea después de jugar con Perú. Para ustedes es un retroceso, para nosotros es seguir aprendiendo, corrigiendo, que no queden en vano los partidos y cada uno saque sus análisis, conjugarlos entre todos. Dialogar es la mejor manera de poder crecer".
Recordó Demichelis que Argentina "sigue número 1 en el ranking mundial pero a cualquier hora prendés la televisión y todos opinan, con todo el derecho. Pero no vivo pendiente de las críticas, si no, no podríamos jugar". "Algunas críticas ayudan pero hay muchas que no, aprendí a vivir sin eso (agregó).
Quedan tres partidos este año que hay que sacar adelante para que se tranquilice un poco la clasificación".
Según Demichelis, "venir acá es un privilegio muy lindo independientemente de las condiciones, con más perspectivas o menos de jugar.
"Ser partícipe de un plantel tan importante con todo lo que significa la selección, para mí, a los casi 36 años, es un orgullo muy grande.
Me siento bien, con energías, tengo las ganas para seguir y disfruto el presente. Esta profesión cambia día tras día, uno tiene que estar sumamente preparado para estos cambios. Salto quizás ahora del banco de suplentes a jugar y no me puedo preguntar cómo llego, tengo que afrontar el partido".