El célebre actor estadounidense Bill Cosby, que protagoniza un escándalo por una lluvia de acusaciones de abuso sexual, ha sido demandado el martes por una mujer que lo acusó de haberla agredido hace cuatro décadas en la mansión Playboy cuando ella tenía sólo 15 años.
En la denuncia presentada ante la Corte Superior de Los Angeles (California, oeste), Judy Huth, quien hoy tiene 55 años, dice que ella y una amiga conocieron al comediante en 1974 cuando estuvieron en el set de una película realizada en San Marino, cerca de Los Angeles.
Ella y su amiga, que entonces tenía 16 años, hablaron con Cosby, quien las invitó a su club de tenis el sábado siguiente, según la denuncia.
Del club, el actor las llevó a una casa en la que las invitó con alcohol, y jugaron al billar.
"Según las reglas de juego de Cosby, la demandante tenía que beber una cerveza cada vez que Cosby ganaba", señala el texto.
Después de haber tomado "varias bebidas alcohólicas", el actor las llevó a otra casa que resultó ser la famosa mansión Playboy, de acuerdo con el texto.
Allí, en una habitación, fue que el actor la "molestó tratando de meter su mano debajo de su ropa interior y tomándole la mano entre las suyas y (obligándola a masturbarlo) sin su consentimiento", continúa la denuncia.
La denunciante dijo que "sufrió daños psicológicos y angustia" toda su vida, y que había descubierto recientemente que habían sido "causados por el abuso sexual del señor Cosby".
La mujer acusa al actor de "abuso sexual, intención de infligir angustia emocional, angustia emocional y negligencia". La demanda es por daños y perjuicios y por una cantidad no precisada.
Cosby, hoy de 77 años y mundialmente conocido por la popular serie humorística "El show de Bill Cosby" emitida en los años 80 y 90, fue acusado hasta ahora por unas 20 mujeres de abuso sexual, incluyendo violación, sobre todo cometido en su época de mayor éxito.
El abogado del actor, Martin Singer, no pudo ser contactado el martes, pero ha reiterado desde el comienzo del escándalo que su cliente no tenía nada de qué avergonzarse y tildó estas acusaciones de "ridículas" y "fantasiosas".