Livianito, distendido. Con un ritmo incluso inferior al de una práctica de mantenimiento. Así transcurrieron los primeros movimientos de Juan Martín Del Potro en Glasgow, la sede del choque de Copa Davis del próximo fin de semana entre Gran Bretaña y la Argentina.
Segundos después de las 17.30, Del Potro ingresó a la cancha número 8 del David Lloyd Club, uno de los tres del mismo nombre que funcionan aquí. Había arribado a la ciudad apenas unas horas antes, procedente de Miami, para sumarse al equipo que se prepara en Glasgow, y que ahora sí esta completo.
Delpo saludó tímidamente al resto del equipo nacional y se fue a pelotear con el santiagueño Trungelitti. Unos 30 socios del exclusivo club dejaron la tertulia en la confitería (la TV gigante ofrecía Swansea/Chelsea) para seguir respetuosamente los movimientos del tandilense.
Mas cerca de la gente, Leonardo Mayer arrancaba exclamaciones cada vez que un servicio suyo impactaba contra los tubos de pelotas ubicados en los cuadrados de saque.
Delpo, observado de cerca por el capitán Daniel Orsanic y por el kinesiólogo Diego Rodríguez, seguía peloteando. De derecha y de revés. Algunas voleas luego. Durante 45 minutos. Distendido y suavecito.
