Después de un buen rendimiento en Wimbledon, Juan Martín Del Potro cambió de chip. Primero para trabajar en lo físico y ahora para volver a tocar la raqueta, esta vez en polvo de ladrillo, ya que la serie ante Italia será en tierra batida.
El tandilense está en Buenos Aires, ya que regresó después de su paso por el Abierto inglés, y comenzó con su entrenamiento en cancha.
Mañana estará viajando nuevamente a Europa para sumarse al equipo de Daniel Orsanic, que ya viajó.