En un partido maratónico e infartante, Juan Martín Del Potro dio el golpe en Glasgow. Venció en cinco sets a Andy Murray, se cobró revancha de la final perdida hace poco más de un mes en Río de Janeiro por el oro olímpico y dio el primer punto a la Argentina ante Gran Bretaña por una de las semifinales de la Copa Davis. Los parciales fueron 6-4, 5-7, 6-7 (5), 6-3 y 6-4, en poco más de 5 horas de juego.
Con mucha paciencia e inteligencia, Del Potro fue construyendo de menor a mayor una actuación superlativa para quedarse con el primer parcial.
Ya en el primer game quedó en evidencia que la historia no sería sencilla e iría para largo. Nueve minutos duró el juego para que finalmente Murray comenzara sosteniendo el saque. Y qué decir, cuando el británico encontró el primer quiebre a la vuelta.
Con una gran clase y agilidad para defender, el número dos del mundo quiso inclinar la balanza a su favor, pero no pudo. El tandilense siguió con su libreto y gracias a un primer saque que no falló, no se desesperó. Ganó 16 de los 20 puntos que disputó con el primer servicio y esto fue clave para quebrar en el séptimo game, ponerse 4-3 y de allí hasta el final mantener su saque para sumar el primer set finalmente por 6-4.
El segundo set no cambió de tónica y continuó disputándose con un nivel increíble. Con la desventaja, Murray se vio obligado a presionar más y empezó a encontrar el camino para hacer daño.
En la red estuvo la chance y no la desaprovechó. Más activo por el empuje de su gente, el dos del mundo levantó y no dejó pasar la oportunidad para aprovechar la incertidumbre de Del Potro, que no pudo con su servicio llevar la definición al tie break.
Entre tenistas del nivel de Del Potro y Andy Murray las oportunidades no sobran. Por eso, los detalles mínimos son los que terminan inclinando la balanza, para uno u otro lado. Delpo tuvo un set point, sacando 5-4, pero no supo sacarle provecho y el escocés zafó con mucha maestría. Se fueron al tie break y allí el local marcó diferencias, aunque no le fue sencillo. Terminó 7-6 (5), para adelantar al equipo local 2-1.
Con mucho carácter y aprovechando un dejo del rival, Del Potro salió a quemar las naves en el cuarto set, para tratar de extender la definición. Y le dio resultado. Dejó atrás el mal trago por el set point desperdiciado y hasta pudo festejar un punto con una 'gran Willy' que Murray dejó en la red. En apenas 40 minutos y con una gran contundencia, el tandilense se llevó finalmente el cuarto parcial por 6-3.
En el quinto set llegó el gran momento para Del Potro. El partido llevaba más de 4 horas de juego, pero no habían síntomas de cansancio y la esperanza tenía más vida. Otra vez la paciencia fue necesaria, ahora más que nunca.
Delpo debía tirar más de tres tiros ganadores para poder sumar un punto. La defensa de Murray fue de otro planeta, pero el tandilense no decayó y metió el zarpazo para empezar a darle la derecha a la estrategia de Orsanic.
Murray tenía un récord de 19 triunfos consecutivos en casa por Copa Davis. Nunca había perdido en esta superficie y sólo dos veces se fue derrotado, pero lejos de casa y sobre polvo de ladrillo. Por eso, la victoria del Del Potro tiene un valor aún mayor. Sin dudas, uno de los triunfos más importantes para la historia del tenis argentino.
