Juan Martín del Potro dio la gran sorpresa al eliminar en primera ronda al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, en el partido más espectacular de la aún joven competición olímpica de tenis en Río 2016.
Del Potro, que acaba de salir de una larga lesión de muñeca, se impuso a Djokovic por 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2), en un encuentro vibrante que sacudió las gradas de la cancha central del Parque Olímpico de Barra da Tijuca en Río.
"No esperaba ganarlo, me sorprende el nivel que he tenido", dijo Del Potro tras romper en llanto aún sobre la cancha, festejado por unos hinchas argentinos en éxtasis.
"Emocionalmente fueron dos horas y media de mucha adrenalina, de felicidad, de volver a sentirme en condiciones de volver a jugar contra el mejor del mundo", agregó "Delpo", que batió a un Djokovic que llegaba a Río a un nivel pletórico tras completar este año el "career Grand Slam", los cuatro grandes del circuito.
El serbio, quien también lloró en la cancha al ser ovacionado por el público brasileño cuando salía de la pista, esperaba ganar en Río el oro olímpico, el último gran título que le falta a su palmarés.
"No hay duda de que es una de las derrotas más duras de mi vida y de mi carrera", dijo "Nole". "Eso se siente especialmente ahora, justo después del juego, con las heridas frescas".
El serbio, al mismo tiempo, celebró que "un buen amigo suyo, que estuvo luchando con un montón de lesiones en los últimos años, esté de vuelta". "Delpo", por su parte, agradeció a Djokovic por las charlas que mantuvieron durante la recuperación del argentino.
Del Potro, actual 145 del circuito, llegaba con muchas dudas al encuentro dados los problemas en la muñeca que casi ponen fin a su carrera en los últimos años.
"Mi realidad está muy clara, mi presente es muy claro", analizaba "Delpo" todavía en la víspera antes del cara a cara con el actual número 1, lamentando entre otras cosas no haber recuperado aún su revés, uno de sus golpes más sólidos en el pasado.
Su realidad, ahora, es que Del Potro resucitó esta noche para volver con todo a la primera fila del tenis, entre otras cosas gracias a una derecha que volvió esta noche loco a Djokovic.
"Volví a disfrutar de que, cuando le pegaba, la gente exclamase en las tribunas", festejó Del Potro tras un partido que encendió las pasiones en las gradas entre hinchas argentinos y brasileños. Estos últimos se volcaron con el serbio, debido a la rivalidad deportiva histórica entre Brasil y Argentina.
"No sé ni cómo decir lo que siento", explicó luego un compungido Djokovic. "Ese tipo de atmósfera sólo la he sentido pocas veces en mi vida, mayormente en mi país", aseguró. "Se sentía como si fuera brasileño. Les agradezco con todo mi corazón".
En el tramo final del partido, cuando la sensación del arranque del torneo se hacía cada vez más palpable, los gritos de "Delpo, Delpo" de los argentinos le fueron ganando poco a poco la mano a los estruendosos coros cariocas a favor de "Nole".
Para Djokovic la derrota implica el final ya en primera ronda de su sueño de alzarse en Río 2016 con el oro olímpico, el galardón que le falta a su vitrina.
"Sé lo importante que era para él este evento, lo que buscaba la medalla dorada", lamentó Del Potro. "Pero también creo que él sabe el esfuerzo que he hecho", analizó.
En Londres 2012 había sido el propio "Delpo" el que privó al serbio de ganar el bronce olímpico, derrotándolo entonces con facilidad a "Nole".
Djokovic tendrá que esperar hasta Tokio 2020, cuando tenga 33 años, para volver a intentar colgarse el oro.
El resucitado "Delpo", ganador del US Open en 2009, se enfrentará en la segunda ronda al portugués Joao Sousa, que sacó hoy al holandés Robin Haase del torneo con un 6-1 y 7-1.