Germán Delfino defendió sus cuestionados fallos en el partido que Tigre le ganó a San Lorenzo por 4-3 y deseó que “en breve llegue la tecnología” para terminar con la desconfianza con que se observa la actuación de los árbitros ante “errores milimétricos”.
Dos fueron las jugadas polémicas: la primera una mano de Paulo Díaz que derivó en un penal convertido por Carlos Luna y la restante un fuera de juego de Ramón Mierez, omitido por la terna arbitral, al momento de marcar el gol del triunfo para el local.
“En la jugada puntual mía de la situación de la mano, nosotros tenemos cursos FIFA y Conmebol que esas situaciones donde el jugador no trata de sacar el brazo hay que sancionarlas”, explicó Delfino.
Sobre la posición adelantada de Mierez, indicó: “Las jugadas de fuera de juego que son milimétricas, que son muy finas, en el 95% hay grandes aciertos. Ayer (por el domingo) había un gol de San Lorenzo que se veía en offside y estaba perfectamente habilitado”.
“Ojalá en breve llegue la tecnología a nuestro fútbol porque en errores milimétricos se descree y se pone en tela de juicio nuestros valores”, agregó Delfino, quien señaló que no quiso “perjudicar a nadie”.
Tras el partido se conoció que Delfino informó al presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, por “exabruptos” proferidos dentro del vestuario. Por contrapartida, el informe que recibió Delfino del veedor del encuentro lo avaló y el arbitraje fue considerado bueno y el juez no será sancionado.
Sin embargo Delfino sostuvo que Lammens “estaba alterado cuando llegó al vestuario, pero en ningún momento me insultó, ni gritó, ni amenazó con pegarme. Lo considero un caballero”.
Después de estos dichos, presentó el informe mencionado. Inclusive hasta el propio presidente de Boca, Daniel Angelici, coincidió con Lammens en que si a su equipo le hubiesen convertido “un gol en posición adelantada como el cuarto de Tigre, también estaría con mucha”, puntualizó.
