Del pulgar levantado depende que Mauro Icardi salga de la horca

Bauza tomó la iniciativa y priorizó el momento deportivo del jugador a la exposición pública de su vida personal. Aministía para el punta.

Del pulgar levantado depende que Mauro Icardi salga de la horca

El lenguaje simbólico del fútbol tiene poco que ver con el formal. Un gesto, un ademán, una palabra en tono hiriente o la leyenda en una bandera desplegada en un estadio suelen proveer de una multiplicidad de resultados infinitamente mayor que un mensaje protocolar y conforme a las normas, hábitos y costumbres sociales esperables. No es nuevo y parece estar en su naturaleza: el futbolista suele sentirse intocable en el ámbito en el que se desarrolla. El narcisismo, la vanidad y el egocentrismo copan el centro de la escena y hasta perturban el desenvolvimiento del jugador fuera de las canchas, al cabo su hábitat de desarrollo profesional. Y la alta exposición pública del deportista consagrado deja a éste en el filo de que el elogio fácil se le transforme en un boomerang cuando no se está acompañado del éxito futbolístico.

Nada nuevo habrá que agregarle a ésto, ya que la cultura del exitismo ubicó al fútbol en un sitial de privilegio. Sin embargo, más allá de las vueltas olímpicas, los trofeos en las vitrinas, las copas alzadas y las medallas colgadas en el pecho también existe el peso de los símbolos: los llamados códigos, tal como si en éstos radicara la máxima jerarquía en el grado de la importancia. Y éstos modos de manejarse en la vida dejan una huella en el ambiente futbolero cuya gravitación hasta puede superar la valoración social en el imaginario colectivo.

El caso Mauro Icardi Wanda Nara fue una bisagra que excedió los límites de la esfera deportiva. La trascendencia llegó a escala planetaria y la prensa de espectáculos - especialmente la dedicada al chimenterismo - llevó el tema por sobre cualquier límite imaginado. Los programas de televisión, la prensa gráfica en formato digital o impreso y las radios se dedicaron a exponer el asunto privado hasta transformarlo en puramente público. Y en el medio, Maxi López y la saga con los hijos, en el medio de un gigantesco culebrón que aún deja secuelas después de haber sucedido poco más de tres años atrás.

Tampoco le resultó gratuito a Icardi el hecho de quedar en el centro de la escena. Es más, quizá hasta por inexperiencia o malos consejos, terminó haciendo alardes de un asunto de cuyo tratamiento quizá lo arrepienta en otro momento de su vida. Él mismo evaluará cuánto daño le hizo con respecto a su vínculo profesional. Había sido seleccionado por Alejandro Sabella para integrar La Selección en las eliminatorias para Brasil 2014 pero salió de la consideración para el Mundial 2014.

Si hubo incidencia en su falta de designación para la Copa del Mundo a través de su escándalo personal es algo de lo cual nunca quisieron hablar ni Pachorra ni el plantel. Los famosos códigos, también conocidos como silenzio stampa.

Hasta un ícono del Inter de Milan como Javier Zanetti criticó la conducta de Icardi poniéndolo en la mira por una actitud que Pupi juzgó indecorosa y de mal gusto. El símbolo del nerazzurri puso en primer plano la imagen de la entidad por sobre cualquier otra contingencia.

Si bien tampoco se manifestó públicamente la base del plantel de la Selección, quedó claro que el poder de la misma en la toma de decisiones marcaba que no habría lugar para el delantero tanto en la pasada cita mundialista como en las posteriores de peso como la Copa América Chile 2015 y la CopaAmérica Centenario EstadosUnidos 2016.

Un caso cercano, aunque sin tanta trascendencia puertas afuera, fue el que sufrió Carlos Tevez y que terminó ocasionando que nunca fuera convocado por Sabella aún cuando estaba en un grado de rendimiento ponderado. El Apache, por entonces en Manchester City, tuvo un cortocircuito con Julio Grondona el día previo a un amistoso en Dublin entre Argentina e Irlanda. En la previa a ese partido, a menos de un mes de Sudáfrica 2010, el delantero le expresó en la cara al presidente de la AFA que éste no había cumplido con su palabra de mantener a Diego Maradona al frente del cuerpo técnico albiceleste, tal como se expresara en vestuarios tras el 0-4 ante Alemania en Ciudad del Cabo.

La base, conformada por Lionel Messi, Javier Mascherano, Sergio Kun Agüero, Ángel Di María y Sergio Chiquito Romero como cabezas de grupo, fue renuente a que el atacante surgido en Boca Juniors volviera a ser considerado dentro del plantel. Con la confirmación de Sergio Batista, hubo una sola oportunidad para Tevez y fue la que presentaba la Copa América 2011 en nuestro país. La orfandad en la que quedaba el ex xeneize dentro del campo de juego dejaba en evidencia que su presencia le restaba más de lo que le sumaba al conjunto. La nueva chance para Carlitos llegó recién con Gerardo Martino, quien lo llevó a Chile dos años atrás y le dio minutos de cancha.

Más cerca en el tiempo, el nuevo apuntado es el hoy goleador del Inter en el Calcio. Más allá de que sus aptitudes demuestran que está creciendo profesionalmente, lo cierto es que Icardi aún sigue cargando en sus espaldas una mochila con piedras. Los eventuales acercamientos entre colegas futbolistas de la Selección no existieron, pero sí pateó el tablero el propio entrenador. En efecto, Edgardo Bauza fue quien dio el puntapié inicial del acercamiento al ubicar al punta interista en el tercer orden de importancia entre los delanteros del seleccionado y detrás de Gonzalo Higuain y Lucas Pratto. Inclusive, el DT fue a verlo personalmente y dio toda una señal de que la amnistía está cerca.

A un año y medio del Mundial, pero con las eliminatorias encima, que Icardi vuelva a tener otra chance de vestir la albiceleste asoma como cosa juzgada. Es más, el mes que viene regresarán las eliminatorias sudamericanas para Rusia 2018 y crece la posibilidad de que Argentina viaje hacia La Paz para jugar contra Bolivia - segundo partido después del de contra Chile - con una formación integrada por varios futbolistas que habitualmente no son titulares. Ésta posibilidad es un secreto a voces en Viamonte 1366 y la misma radica en que la propia base del plantel le pidió éso al Patón luego del juego contra los trasandinos.

La amnistía para Icardi está al caer y el futbolista lo sabe. Su vida privada es éso y debe preservarla, máxime habiendo niños de por medio. Que el atacante brille por lo que haga dentro de la cancha es una verdad de perogrullo. Y tiene la oportunidad de demostrarlo.

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