Juan Martín Del Potro, de regreso en el equipo de Copa Davis de la Argentina luego de casi cuatro años, realizó una doble sesión de entrenamiento con miras a la serie del próximo fin de semana ante Italia, en la ciudad de Pesaro, con el detalle de que practicó dobles con Guido Pella.
La “Torre de Tandil” ensayó en el primer turno con Juan Mónaco, al mediodía de Pesaro, bajo una temperatura que alcanzó los 37 grados y en el horario en que se jugarán los partidos del viernes, por espacio de 50 minutos, en su primer contacto con el polvo de ladrillo luego de haber concluido la gira sobre césped.
Del Potro tuvo su primer contacto con el polvo de ladrillo del Circolo Tennis Baratoff, el escenario de la serie ante los italianos, y luego del peloteo matutino con Mónaco, por la tarde, cuando el sol ya no castigaba tanto, ensayó con el 'zurdo' Pella lo que podría ser la pareja para el dobles del sábado.
En ese punto, “Delpo” se acomodó en la cancha en el lado del revés y pegó cómodo su drive, mientras que Pella fue al otro sector, subió poco a la red y se mostró muy preciso en la devolución, en un primer contacto de una pareja nueva, que nunca había coincidido anteriormente.
Es que la estrategia del capitán argentino Daniel Orsanic sería, de acuerdo a lo que se observó en Pesaro, afrontar los singles del viernes con Federico Delbonis y Juan Mónaco, y el sábado poner en cancha al tandilense Del Potro y al bahiense Pella, con la intención de que ninguno de los cuatro sufra un desgaste físico excesivo a lo largo de la serie.
“Del Potro es un tenista de mucha jerarquía, es importante para nosotros e influye en el rival. Si yo fuese del equipo contrario no me gustaría tenerlo enfrente”, reveló Orsanic, consultado por la actualidad del tandilense y acerca de cuándo piensa utilizarlo ante Italia.
Del Potro y Pella enfrentaron por espacio de una hora a una pareja compuesta por Sebastián Prieto (ex doblista en el circuito y en la Davis, y entrenador de Mónaco) y el juvenil Genaro Olivieri, nacido hace 17 años en Bragado, provincia de Buenos Aires, y colaborador del equipo en Pesaro.
“La cancha está buena, le quitaron un poco de polvo de ladrillo y se puede patinar mejor, la pelota está 'viva', es dura y pica alto, esas condiciones son buenas para nosotros”, explicó Orsanic.
Italia, por su parte, entrenó con el panorama más definido, con Fabio Fognini y Andreas Seppi como singlistas, más Paolo Lorenzi y Marco Cecchinatto.
Pesaro, la ciudad de las cuatro "M"
Pesaro, la ciudad ubicada a orillas del mar Adriático en el nordeste italiano, aún no respira clima de Davis, y sus habitantes, fanáticos del fútbol, se muestran más interesados en Lionel Messi y su renuncia al seleccionado “albiceleste” que en la cita tenística.
En épocas de temperaturas de 37 grados, por momentos asfixiante, la serie de Copa Davis parece ajena por estos días en una ciudad plagada de turistas, que se exponen al sol en el Adriático con playas repletas de sombrillas de todos los colores y un mar calmo, prácticamente sin ninguna ola.
La ciudad de las cuatro “M” (mar, montaña, música y mayólica), albergará por segunda vez la Davis en 2016, ya que fue sede en marzo en el triunfo sobre Suiza, y seguramente a medida que se aproxime la serie habrá mayor interés, ya que llegarán aficionados al tenis desde otros lugares para disfrutar de un evento deportivo importante, entre dos países con tradición.