El tandilense Juan Martín Del Potro le puso hoy el moño al mejor año de su vida, tal como lo definió con el hilo de voz que le quedaba después de levantar la Ensaladera de Plata.
Del Potro logró dejar atrás tres operaciones en la muñeca y alejó los fantasmas del retiro y pocos meses después consiguió una impensada medalla de plata en los Juegos de Río de Janeiro, con triunfos inolvidables ante Novak Djokovic y Rafael Nadal.
El broche de oro fue levantar la Copa Davis, con una victoria inolvidable en semifinales frente a Andy Murray en Glasgow, su casa, y con un triunfo heroico como el de hoy ante Marin Cilic, el emblema croata y después de estar dos sets abajo.
El tandilense debutó en Copa Davis hace nueve años, en 2007, con un recordado triunfo ante Jurgen Melzer que le dio la victoria al equipo argentino como visitante frente a Austria.
En 2008 fue protagonista importante en la recordada y dolorosa derrota en Mar del Plata, en la que los egos e intereses personales boicotearon una gran posibilidad para festejar, mientras que en 2011 jugó en gran nivel frente a España en Sevilla pero fue superado por David Ferrer y Nadal, de los mejores del mundo en polvo de ladrillo.
Del Potro, que con los recordados triunfos ante Roger Federer en el Abierto de Estados Unidos 2009 y las medallas olímpicas ocupaba un lugar entre los jugadores más importantes de la historia del tenis argentino, hoy se subió a la cima, que acaso comparte con Vilas pero con el plus de haber conseguido lo que nadie más pudo.
