Del juego y la ilusión al puro desencanto

El equipo del “Tata” jugó un tiempo de altísimo nivel colectivo, pero después cayó en las viejas dudas. Tiene el crédito abierto para despegar.

Del juego y la ilusión al puro desencanto

La Selección argentina mostró un cambio profundo ante Brasil teniendo en cuenta las dos primeras presentaciones del equipo en las Eliminatorias camino a Rusia 2018 y tras ser subcampeón en la Copa América de Chile 2015. La actitud claramente fue otra y aunque el empate resulte insuficiente para torcer el mal arranque, el camino correcto parece asomarse en el horizonte.

El equipo de Gerardo Martino, que tuvo ausencias importantes como la de Lionel Messi, Sergio  Agüero y Carlos Tevez, entre otros, jugó un primer tiempo ante Brasil de altísimo vuelo. Prácticamente no le di respiro a su rival y colectivamente fue uno solo. Presión en cada sector y luego juego en volumen con el arco de enfrente entre ceja y ceja.

Con un Ángel Di María nuevamente en un gran nivel la ausencia del crack rosarino del Barcelona pasó inadvertida por el Monumental, al menos en los primeros cuarenta y cinco minutos. El otro pibe de la ciudad de la Bandera fue claramente el abanderado en la defensa global de la "idea" de Martino.
El volante del PSG francés se paró por la derecha y de allí con velocidad y gran uso de su clase se encargó de abrir el juego del conjunto albiceleste.

Sus diagonales hacia el centro del campo de juego dejaron un espacio clave para los avances contados, pero efectivos, de Facundo Roncaglia y sus posteriores centros.

Con esa fórmula los de Martino sometieron a gusto y placer a los brasileños, quienes no pudieron salir del acoso y solo fueron una mera sombra, y pudieron llegar a la apertura del marcado gracias a una jugada perfecta que inició Di María, contó con la precisión de Higuaín y terminó con el oportunismo de Lavezzi.

Un gol que hizo explotar al Monumental e ilusionar a todo un país. La Selección estaba de vuelta. Con un altísimo nivel mostró sus garras. Parecía un león herido con ganas de dejar atrás las críticas y mostrar que sin Messi y Cía también se puede. El famoso sistema de Martino estaba funcionando y dando sus frutos.

En defensa no dejó de sorprender la categoría de Ramiro Funes Mori. Al melli le tocó suplantar a Garay y lo hizo a la perfección, como si tuviera varios partidos oficiales con la camiseta de la Selección en su espalda. No tuvo prácticamente errores para ganar por arriba y abajo en la marca y salir con clase. Uno de los puntos más altos.

En el medio el trío Biglia-Mascherano-Banega también lo hizo muy bien, con un Banega más ofensivo y participativo en los ataques. Fue el que más arriba se plantó y que tuvo un par de chances para aumentar la ventaja. Un buen remate desde larga distancia en el primer tiempo y luego un disparo que rebotó el palo en el inicio del acto final.

Pero, todo lo bueno que hizo en el primer tiempo pareció quedarse en el vestuario y los hinchas pasaron del goce y la satisfacción a la amargura y un nuevo mar de dudas. No es que Brasil los superó, pero hizo lo poquito como llegar al empate en el peor momento del equipo nacional.

El gol de Lucas Lima tiró por tierra la estantería y el buen rendimiento se convirtió en una “noche” más de la Selección que no enamora. Fue otra vez parecida a las versiones ante Ecuador y Paraguay y por eso le costó otra vez llegar con peligro al arco de Allison.

Sin perder tiempo Martino metió las tres variantes y mandó al campo de juego a Nico Gaitán, Paulo Dybala y Ángel Correa para torcer el rumbo desde la estadística. Volvió a tener control sobre el final del encuentro y casi lo gana con un cabezazo de Rojo que se fue cerca del ángulo de Allison.

En el análisis fino Argentina cumplió y demás con su actuación en el primer tiempo, que invita a ilusionarse, pero no tuvo ese peso específico en el área rival para llevarlo al marcador. El 1-0 parcial parecía poco y lo terminó siendo.

Habrá que lograr mantener la idea por más tiempo y los resultados no tardarán en llegar.

Es cierto que el arranque de las Eliminatorias es el peor de la historia. Apenas 2 puntos de 9 disputados lo afirma. Pero el equipo claramente fue de menor a mayor y está claro que la mejora llegará con el correr de los partidos. El crédito siempre está abierto y más ahora cuando le toca la más difícil.

Viaje rumbo a Colombia

Después del 1-1 con Brasil, la Selección que dirige Martino entrenó ayer en el predio de Ezeiza pensando en el duelo del martes en Barranquilla. Si bien quedó una sensación rara tras la igualdad ante su clásico rival, el equipo de Martino no tiene tiempo para lamentos.

Por la cuarta fecha, buscará en la visita a Colombia su primer triunfo en estas Eliminatorias y, por eso, se movió en el Complejo Julio Humberto Grondona.

Ante la atenta mirada de la prensa y mientras los que fueron titulares en el Monumental hacían trabajos regenerativos, el resto de los jugadores participó de un fútbol en espacio reducido.

Por su parte, Higuaín y Lamela se movieron en forma diferenciada: el Pipa debido a un traumatismo en el pie derecho y “Coco” por molestias musculares. Hoy el trabajo será a puertas cerradas desde las 10. Luego del almuerzo, cerca de las 14.30, la delegación partirá a Barranquilla.

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