Por Prof. Claudio Doratto
A lo largo de la historia se han ido asociando plantas y flores a los festejos navideños. Muchas de ellas se emplean en arreglos de mesa y otras para elaborar coronas o ser las protagonistas con luces y adornos.
Este tipo de plantas no son todas fáciles de hallar en Mendoza, tal es el caso del “muérdago blanco” conocida porque debajo de un ramillete se besan las parejas para demostrar y perpetuar su compromiso. Ésta es una planta hemiparásita que habita en los árboles de Europa, es parecida a la “liga o muérdago criollo” (Ligaria cuneifolia) de nuestra zona y eventualmente podría reemplazarla en los adornos.
Hay plantas que están más difundidas a lo largo del planeta y varias de ellas tienen como común denominador el color “rojo” en flores o frutos.
Acebo (Ilex aquifolium):
Es una de las más conocidas. Tiene hojas decorativas brillantes y frutos rojos. Hay que tener presente que posee compuestos tóxicos por lo que no se debe dejar al alcance de niños y mascotas que puedan llegar a ingerir sus frutos. Se la puede encontrar en los jardines debido a que su cultivo es sencillo.
Abetos y piceas:
De numerosas especies, son las coníferas elegidas para decorar como “arbolitos de navidad”. Se pueden conseguir ejemplares con follaje verde o grisáceo y tienen generalmente un crecimiento lento por lo que podemos mantenerlas en macetas por un par de años. Esta planta es un símbolo de la Navidad pues es la única que indiscutiblemente se hace presente en todos los hogares.
Estrella federal (Euphorbia pulcherrima):
Es conocida en otras latitudes como “flor de Navidad” o “Corona del Inca”. Posee flores diminutas coronadas con hojas modificadas de color rojo llamadas “brácteas”. Su floración se produce en otoño-invierno, de allí su empleo en el hemisferio norte. Si se vive en una zona libre de heladas y se cuenta con un sector sin corrientes de aire, cultivarla directamente en el jardín, prescindiendo de la maceta, es una opción que le permite superar con el tiempo los tres metros de altura.
Hiedra (Hedera hélix):
Es muy utilizada para la producción de adornos como centros de mesa y coronas, el rasgo más destacable es que a su flor se la considera símbolo de amor y fidelidad. Sus hojas, por otro lado, representan la resurrección y la eternidad.
Nandina (Nandina doméstica):
También conocida como bambú sagrado posee frutos de color rojo y sus hojas nuevas en la misma tonalidad lo que la hace ideal para decorar centros de mesa.
Crataego (Pyracantha coccinea):
Su difusión en Mendoza responde a su empleo como cerco vivo debido a su rusticidad y a la presencia de espinas que contribuyen a la seguridad. Si bien no es considerada una “planta de navidad” como las otras, su incorporación en centros de mesa se debe al color de sus frutos, principalmente aquellos de color rojo intenso.
Las coníferas son las elegidas para decorar como "arbolitos de navidad". Se pueden conseguir ejemplares con follaje verde o grisáceo y tienen generalmente un crecimiento lento por lo que podemos mantenerlas en macetas.
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