"Violencia en el Parque” es una canción emblemática de Aquelarre. Emilio del Guercio y Rodolfo García sufrieron porque la dictadura militar la prohibió el 9 de noviembre de 1979. En aquel momento fue una amenaza que les podía costar la vida. Después, fue una medalla para esos talentos que seguían creando cultura pese al terrorismo de estado y apostando al principal insumo de todo artista: la libertad.
“Violencia en el Parque” fue censurada por los uniformados fascistas porque en una de sus estrofas decía así:
"Quien te puede, quien te puede parar
cuando el ave sopla luz de libertad,
todos juntos están en el parque
cantando canciones del cielo final".
Esta semana, Emilio del Guercio estuvo en mi programa de TN y multiplicó la admiración que ya le tenía. Porque ya pasaron 40 años de aquella tenebrosa tiranía y Emilio sigue defendiendo las libertades colectivas de los argentinos y su libertad individual para dibujar, para escribir letras y melodías sensibles y profundas y para pensar el país y el futuro. En aquellos años hacía falta tener mucho coraje. Porque la muerte, las torturas y las desapariciones acechaban a la vuelta de cualquier esquina. Pero hoy, salvando las distancias, también hay que apelar a la valentía para fijar una posición muy fuerte, contra corriente y sin una pizca de oportunismo. Hoy por suerte, la vida no corre peligro a la hora de opinar. Pero Emilio se expuso a un fusilamiento de las redes sociales y los fanáticos que odian al que piensa distinto. Y mucho más si ocurre, como en este caso, que los que piensan distinto, modificaron radicalmente su punto de vista.
Le cuento la información pura y dura: Emilio del Guercio, el compadre de Luis Spinetta en Almendra, entró con el flaco de muy pibe a la política. Les interesaba construir una sociedad mejor y por el camino de la justicia social ingresaron al peronismo joven cuando apenas tenían 17 años. Emilio del Guercio nunca se fue del peronismo. Se bancó muchas cosas que no le gustaban. Se tragó muchos sapos por disciplina partidaria o tal vez por amor a las ideas. La violencia criminal, el autoritarismo, la corrupción de Menem y de los K, “las pruebas abrumadoras del robo de los dineros públicos”, el patoterismo y un día dijo basta, hasta aquí llegó mi amor. Se imaginan que en tantos años, muchos de sus amigos del rock y de la vida son peronistas y votan a Alberto y Cristina.
Pero él tomó la decisión de votar a Mauricio Macri. Anoche explicó que en la mayoría de estos años gobernó el peronismo en todas sus variantes y siempre nos fue un poco peor a los argentinos. “No cambiamos nada”, dijo como reproche y autocrítica. “No le podemos pedir a este presidente que en cuatro años mejore las cosas.”
Emilio del Guercio grabó un video donde demostró una vez más su gran capacidad de análisis político y su formación intelectual superior a la media. Lo hizo para explicar a sus amigos porqué el próximo 27 de octubre no va a votar a esta versión kirchnerista del peronismo. Alguno lo subió a las redes y explotó todo por los aires. Tuvo un gran apoyo de mucha gente que valora su gesto democrático y libre pensador y tuvo un ataque feroz y sistemático en donde lo acusaban de bobo, gorila, traidor y otras agresiones vacías de contenidos.
Pero Emilio tiene los huevos suficientes para bancar y superar esos intentos de estigmatizarlo. Le puso el pecho a la dictadura luego de su breve exilio en España. También se banca con firmeza esos insultos que en su mayoría vienen de pibes ignorantes, loritos repetidores de consignas que no saben nada de la historia ni del peronismo ni de la trayectoria de Emilio del Guercio. Son intolerantes. Totalitarios. Si estás con ellos, sos parte de la patria, aunque seas un ladrón como Julio de Vido o un terrorista de Estado como César Milani. Si no pensás como ellos, sos el enemigo, la antipatria. Ven el mundo y viven por el agujerito de la cerradura del dogmatismo blindado.
Emilio del Guercio se cansó de los comisaros políticos que le querían enseñar cómo tenía que pensar. Se hartó de lo que él llama el “pensamiento de horda”. En un momento contó como los presuntos revolucionarios son tan dogmáticos y cerrados que se oponen al progreso y se convierten en conservadores y reaccionarios. Recordó que en aquellos años, “los cancheros militantes que creían saberlo todo y fueron responsables de uno de los momentos más violentos de la historia” acusaban a Almendra de “extranjerizantes” y querían prohibir “los sintetizadores”. Si, así como lo escuchan. Creían que el rock y las nuevas tecnologías eran un instrumento del imperialismo. A eso los llevaba la ceguera, y la ideologitis, que es la inflamación de las ideologías.
Del Guercio se pregunta hoy: ¿Qué hubiera pasado si reculábamos por temor ante esos ataques? Almendra no hubiera existido. Estamos hablando de uno de los grupos más extraordinarios y fundacionales de la historia del rock nacional. Siempre hay gente que se siente cómoda en la pereza intelectual y niega los cambios que se avecinan.
Emilio del Guercio es cantante, compositor, guitarrista, bajista, pintor pero es básicamente un prócer de la música. Un amigo que me regaló su primer disco me dijo que eran Los Beatles argentinos, que Spinetta era John Lennon y que Del Guercio era Paul Mc Cartney.
Hoy cuando lee las puteadas anónimas y cobardes en internet, se preocupa por el futuro. Dice que ese odio que se está sembrando puede incubar el surgimiento de diversos tipos de fascismos. Y que no se puede condenar a nadie porque piensa distinto. Hoy elige a sus amigos por su nobleza, por la cabeza abierta a lo que viene y por la franqueza de sus ideales. A nadie le pide carné partidario ni le pregunta a quien va a votar.
Esta semana, en un estudio de televisión me conmovió su lucidez y falta total de oportunismo. Acaba de anunciar que va a cambiar su voto de toda la vida y que va a votar a quien solo podría ganar con un milagro electoral. Es una decisión sin codicias ni especulaciones mezquinas. Emilio del Guercio abrió su cabeza y su corazón y una vez más, como en aquel 79 resolvió apostar a la libertad y no votar al kircherismo. Se podría haber quedado callado. Podría haber bajado su perfil y no pelearse con amigos históricos. Pero eligió la honestidad intelectual.
“Silencio Marginal”, un tema del álbum Brumas de 1974, fue elegido entre los 70 mejores de la historia del rock argentino por la revista Rolling Stone y la cadena MTV. Eran tiempos de pánico y de cadáveres cruzados por las calles y las zanjas. Y en una parte, la canción dice así:
"El miedo de una noche/
que la naturaleza tiene en vos
Si las luces se cruzan al azar
es mentira el silencio marginal
de tu seguridad".
Tengo el orgullo de que al final del programa me regaló la letra de un nuevo tema que compuso a propósito de todo lo que está pasando y lo que le está pasando a él. Se llama “Solo por amor” y el centro de su pensamiento sigue siendo el mismo. Uno de sus párrafos dice así:
"Y ahora nadie me quita lo que yo he luchado/Y ahora nadie se apropia de mis pensamientos/ Por los momentos de amor, que me dejaron marcas en el cuerpo y en el corazón/ Yo no me tengo piedad porque he luchado por una ilusión/ porque he luchado por la libertad…"
En la tele me contó que fue el responsable de haberle presentado al Flaco Spinetta a la muchacha ojos de papel y que no está seguro si hizo bien. Era una vecina de su departamento y el Flaco vivió un apasionado romance con esa chica de corazón de tiza, pequeños pies y pechos de miel. Y ese amor desenfrenado por una muchacha parió un himno…