Con el corazón de gladiador, Argentina logró un triunfo histórico ante una de las potencias mundiales. El seleccionado argentino de balonmano derrotó a Rusia (30-27) y se clasificó a los octavos de final del Mundial de Qatar.
Hay razones para que el festejo se extienda en ese canto emocionado de los jugadores junto a los hinchas presentes en el Duhail. En la zona más difícil, la denominada “Zona de la muerte” con cuatro equipos europeos de elite, la Selección demostró que estuvo a la altura de las circunstancias.
Los Gladiadores ratificaron con creces que ese plus anímico que los caracteriza, el que salió a relucir en los momentos clave del duelo decisivo. Le habían jugado de igual a igual a formaciones del máximo nivel como Dinamarca, Polonia y Alemania, pero para confirmar que conforman un equipo con sello propio se necesitaba confirmarlo en el resultado.
Y así fue, con cualidades en el juego colectivo que se motorizaron gracias a la entrega, la determinación, la actitud ganadora y tenacidad para marcar diferencias hasta el cierre.
Argentina tuvo en claro que a una defensa dura y que se cierra herméticamente había que inducirla al error. Para que esto fuera posible, era fundamental crear condiciones para que el uno contra uno se priorizara la calidad técnica ante la fortaleza física y la altura adversaria.
Así, tanto encarando como asistiendo, la figura de Diego Simonet (elegido MVP) fue determinante en instancias en las cuales el trámite del encuentro no mostraba a un dominador.
Encima, los de “Dady” Gallardo se habían quedado sin un estratega de la talla de Sebastián Simonet, quien vio la tarjeta roja a los 15’43” del primer tiempo. Sin su aporte, vital para la distribución de la pelota, hubo que turnarse en ese rol de central para ser paciente con el balón hasta encontrar el espacio de lanzamiento.
La Selección también sacó provecho de los ataques largos y orientados, con los extremos en un grandísimo nivel como a lo largo de toda la primera fase. En defensa, Los Gladiadores alternaron con variaciones de un 3-2-1 a un 6-0 en más de una ocasión y así lograron recapturar la pelota para que en la contra apareciera el juego interno que favoreciera al pivote.
Con Matías Schulz en su mejor partido -el arquero tapó cinco lanzamientos netos, inclusive un penal- Argentina ganó confianza y dio señal de presencia ganadora cuando se quedó con el parcial por 17-16.
La confirmación del nivel ascendente de Vieyra (4 tantos) trajo soporte de goleo desde el lateral derecho, en tanto que Pizarro volvió a mostrar que tiene la cabeza fría en los momentos calientes con 9 goles y otra notable performance.
Los rusos venían de caer ajustadamente frente a alemanes y polacos (por un gol) y en el juego anterior habían perdido ante los daneses por un electrizante 31-28.
Plantaron un 6-0 duro en defensa para salir rápido a través de su temible lanzador Gorbok, del pivote Chipurin y de un gran contragolpeador como Dibirov. Como siempre, se mostraron muy veloces cuando se desplegaron en ataque y se apoyaron en los lanzamientos externos con mucha potencia y precisión.
Argentina dio un tremendo salto de calidad con este triunfo, que la posiciona dentro de los dieciseis mejores del mundial, una posición que en el balonmano le implica meterse en la segunda línea del planeta. Lo que viene será difícil, pero Los Gladiadores dieron muestra de como transformar una utopía en realidad.
UN MOMENTO HISTÓRICO
Con el cuarto puesto obtenido en el Grupo D del Mundial de Qatar, Argentina obtuvo uno de los cuatro cupos de la zona para pasar a la segunda fase. Los Gladiadores sumaron 5 puntos, producto de 2 triunfos, 1 empate y 2 derrotas. Los resultados fueron los siguientes: 24-24 vs Dinamarca, 23-24 vs Polonia, 32-20 vs Arabia Saudita, 23-28 vs Alemania y 30-27 vs Rusia.
Así, por tercera vez en su historia, la Selección logró el pase a octavos de final. Las dos oportunidades anteriores fueron Francia 2001 y Suecia 2011.
Mañana, Argentina se medirá con Francia por sexta vez en campeonatos mundiales. Los galos dominan completamente el historial con 5 triunfos en igual cantidad de duelos. El último fue en España 2013, “les bleus” vencieron 35-23.