Y el sueño de continuar en carrera se esfumó en Río Gallegos. Otra vez un triple sobre la chicharra final lo dejó con las manos vacías. Injusto por lo que había realizado en esta serie.
El equipo de Sebastián Figueredo, Anzorena Ciudad de Mendoza, cayó ante Hispano Americano por 94-91 y se despidió de su primera temporada en el Torneo Nacional de Ascenso (terminó el cruce 2-1 a favor del quinteto de Murphy). Hasta el último minuto, el quinteto mendocino dio pelea. Dejó el corazón en cada pelota y esa actitud es admirable e invita a soñar.
El TNA le fue esquivo a la provincia de Mendoza durante 18 años. En la retina de los amantes del básquet aún quedan esos equipos de Regatas que fueron siempre protagonista y peleaban los ascensos al máximo nivel. Sin embargo, la realidad de Anzorena fue otra. El conjunto de la Sexta, tomó la posta, compró la plaza y comenzó a incursionar con sus dirigentes, jugadores y cuerpo técnico un proceso de aprendizaje.
Por resultados de partidos, no hay dudas, que el balances es negativo. Anzorena sólo pudo cantar victoria en cinco oportunidades y todas fueron en su estadio. Sin embargo, el sólo hecho de llegar a jugar un TNA deja un saldo positivo. Una experiencia inigualable. Esto permitirá al conjunto de calle Olascoaga planificar la próxima temporada con otra mentalidad. Otro presupuesto. Otros objetivos.
El primer paso se logró y Mendoza volvió a tener una plaza en el TNA. Ahora, habrá que aprovecharlo y trabajar para continuar evolucionando. La provincia tiene materia prima y hay que sacarle el máximo provecho.
