Un metro y medio separaba a "Falopa" de su nueva vida. Esa fue la distancia que debió caminar el caballo de Carlos Carrasco para subirse al vehículo que lo llevaría a su nuevo hogar. "Falopa" dejó oficialmente de tirar una carretela y fue adoptado por una estudiante de veterinaria.
Ayer, la carretela de Carlos, junto con las de otros 10 recuperadores fue destruida y ambos hechos representaron un nuevo paso para el programa Guaymallén Ecológico. Desde ahora utilizarán motocargas para recolectar materiales reciclables en las calles de Guaymallén.