Estuvo desorientado, anémico, perdido, pero encontró la senda del triunfo y no se quiere desviar más. Un triunfo llama a otro triunfo. Y esto es lo que está pasado en Gimnasia y Esgrima. Equipo que por nombres e historia se calzó el traje de candidato desde antes del inicio del Torneo.
Sin embargo, la pasó mal. Entró en crisis. Pánico. Pero, hoy luce espléndido desde la llegada del Lechuga Alaniz a la dirección técnica. Nueve puntos en juego, siete porotos al bolsillo. Es decir, duplicó la cantidad de unidades que había obtenido en 7 fechas. Los número mandan y provocan alegrías o tristezas.
El Lobo del Parque volvió a sonreír. Y eso que no la pasó bien. Para nada. Es más, durante el primer tiempo fue superado en todas sus líneas. Gutiérrez mostró su máximo nivel de rendimiento del torneo. Así lo manifestó su entrenador. Sin embargo, Gimnasia, desde una pelota parada abrió el encuentro.
Pero, ni el gol contagió al equipo Mensana que se vio desbordado por todos lados. De manera lógica, llegó el empate de Gutiérrez. El Perro tiene buen pie y apuesta a defenderse con la pelota. Las triangulaciones entre Valenti, Vélez y Arce fueron un dolor de cabeza para el mediocampo local.
El Celeste no pudo plasmar en la red de Alasia esa superioridad y dejó con vida a Gimanasia.Y el Lobo no lo perdonó en el complemento. Porque otra fue la historia. Gutiérrez mermó su exigencia física y el dueño de casa logró un dominio territorial desconocido en el primer capítulo.
Pero, la historia cambió a partir de una “falta inexistente”de Cristian Lucero sobre Carranza. Segunda amarilla para el delantero Celeste y expulsión. Injusto. Como sucedió en la primera fecha del certamen, el domingo 7 de febrero cuando se fue expulsado Vélez. Presos por un ataque de impotencia ante fallos polémicos, el equipo de Abaurre perdió el orden, la concentración y su estética de juego.
En simultáneo, el volumen de juego del equipo Mensana creció en todo sentido y en cinco minutos puso contra las cuerdas a Martínez Gullota. Y llegó el gol del triunfo. Apareció Ferreyra y como indican los manuales del fútbol, cabeceó de pique al suelo un centro perfecto de Carranza y a festejar.
Otro triunfo hilvanó el Lobo. Muy fuerte retumbó el “vamos a volver” en el mítico Víctor Legrotaglie. No hay dudas, se vivió un Déjà vu.
Darío Alaniz , Técnico de Gimnasia: "Ganamos el partido por jerarquía"
“La verdad es que fue un partido durísimo, Gutiérrez es un buen equipo y complica a cualquier rival. Al principio nos costó encontrar la pelota y ellos fueron inteligentes, pero nos fuimos acomodando con el correr de los minutos y terminamos ganando el encuentro por la jerarquía que tiene el equipo. Cuando llegamos no estaba bien el equipo, pero siempre dije que había material para salir adelante. Hoy nos encontramos arriba y eso nos da mucha confianza para el tramo final de la zona. Desde los números es muy bueno el trabajo, no hemos perdido y Alasia ha recibido sólo un gol”