En la decoración de exteriores las fuentes y estanques tienen un papel relevante. Con estos elementos podrás llenar de vida tu jardín. El relajante sonido que produce la caída de agua hace que las fuentes de agua sean perfectas para la ambientación de cualquier espacio ya sea exterior o interior.
La variedad de diseños de fuentes de agua que existen podemos decir que es casi infinita. Se presentan en diversos tamaños, formas, diseños, estilos y materiales. Cada uno de estos factores influye en el precio de las fuentes decorativas por lo que no importa con cuánto dinero tengas, siempre encontrarás una fuente de agua que se ajuste a tu disponibilidad económica.
El material con el que están construidas las fuentes de agua es sumamente importante. En lo posible debés inclinarte por las fuentes creadas con materiales 100% naturales como pueden ser arcillas, piedras o cañas de bambú. Estos son más costosos, pero son los más recomendados porque aportan propiedades enérgicas a los ambientes que, otros materiales de imitación, no son capaces. Claro que si buscás una alternativa más económica podés optar por fuentes de plástico o resina. Igualmente se ven muy bien una vez implementada en la decoración pero no tienen el mismo encanto que los materiales propios de la naturaleza.
El
tamaño, el estilo y la forma
de la fuente de agua dependerán mucho del lugar donde vayas a ubicarla. Si la fuente se utilizara para decorar el interior de una vivienda, entonces no podés darte el lujo de elegir una fuente de dimensiones gigantescas, para estos casos son recomendadas las fuentes de tamaño medio a pequeño y hasta las mini – fuentes que se colocan sobre las mesas o escritorios.
Así también, es necesario que definas el estilo de decoración que querés conseguir para luego elegir una fuente que se adapte a él. Por ejemplo, una fuente con formas geométricas será perfecta para una decoración moderna, mientras que una fuente de agua de estilo victoriano para un ambiente más elegante y antiguo.
Es muy importante la forma de la fuente ya que en el exterior podés permitir el maravilloso efecto de las aguas salpicadas hacia las plantas que se encuentran cerca, pero en interior no, por lo que necesitás fuentes que no salpiquen agua para evitar que dañen los muebles y el piso.
Por último, en importante que analicés la capacidad del motor de la fuente según el uso que vas a darle. Siempre es recomendable que los motores sean eléctricos ya que si son a pilas, aunque en un principio estas fuentes de agua sean más económicas, terminarás gastando mucho más a menos que se trate de pilas recargables, pero que igualmente no tendrán la potencia que un motor eléctrico. Y, en el caso de los motores eléctricos, lo mejor es que estos sean de 220V ya que son duraderos y seguros para evitar cualquier tipo de accidente.