El lunes 27 de abril, el Ministro de Defensa, Sergio Rossi, tuvo una reunión virtual con los senadores que integran la Comisión de Defensa Nacional del Senado, presidida por la senadora oficialista Nancy González y tiene como Vicepresidente al senador Ernesto Martínez -pertenece al partido provincial cordobés que lidera Luis Juez, integrante de Juntos por el Cambio- quien presidió la Comisión hasta comienzos de este año.
Este tipo de informes virtuales de los Ministros a legisladores, es una modalidad que se ha ido extendiendo en las últimas semanas, antes que se adopte para la sesión de las cámaras.
Por lo general han sido informes burocráticos, con poca información novedosa.
Pero ello no sucedió con este encuentro protagonizado por el Ministro de Defensa.
Informó acerca de la buena relación existente entre su cartera y el Pentágono -el Ministerio de Defensa de los EEUU, a cargo de Mark Esper.
No sólo dijo que existían buenas relaciones, sino que las detalló.
Dijo que en este marco, recibió una llamada del Secretario Adjunto para Asuntos Latinoamericanos estadounidense, del Pentágono, Sergio de la Peña -obviamente un funcionario de origen hispano- en el que encontró “el mismo espíritu con el que llamé a los ministros de la región: intercambiar como estamos funcionando frente a la Pandemia”, diferenciando que tanto la situación como las políticas de ambos países son distintas.
Días atrás, Sergio Rossi se comunicó con el Ministro de Defensa de Brasil, el General Fernando Azevedo e Silva, que tiene fuerte influencia en el gabinete de su país, para intercambiar información acerca de cómo las Fuerzas Armadas de los respectivos países, contribuyen a combatir la Pandemia.
Seguidamente, lo hizo con los ministros de defensa de Uruguay, Paraguay y Chile -con el de Bolivia no porque Argentina no reconoce su gobierno- con el mismo objetivo. En los hechos, Rossi se comunicó con sus pares del Mercosur, con el cual Argentina no tiene buena relación, en gran medida por diferencias políticas.
Informó que en estas conversaciones, constató que “todas las Fuerzas Armadas de la región están abocadas a asistir al combate de la Pandemia” agregando que “en todos lados participan en tareas de ayuda humanitaria y fortalecimiento”.
Volviendo a la relación con los EEUU, dijo que su Departamento de Defensa había realizado una donación “importante”. Según fuentes del Ministerio que ocupa Rossi, son barbijos, camisolines, termómetros y material de protección personal para las “Fuerzas en Operaciones”.
Se trata en realidad de un gesto político, que seguramente apunta a equilibrar la política que está realizando China en la región -como en el resto del mundo- para mejorar relaciones bilaterales en el contexto de la Pandemia.
Todo esto se da en el marco de una relación bilateral entre EEUU y Argentina que hasta ahora muestra más divergencias que coincidencias.
Cabe señalar después de la comunicación de Rossi con sus pares de la región, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Argentina, el General de Brigada Juan Martín Paleo, se comunicó con su par de Brasil, el Teniente Brigadier Raúl Botehllo. Siguió con sus pares de Uruguay, Paraguay y Chile. También dialogó con su par de España, el General del Aire Miguel A. Villarroya. El objetivo fue el fijado por Rossi: intercambiar experiencias de las operaciones contra la Pandemia.
Con Brasil, informó que se fue un paso adelante, acordándose la puesta en funcionamiento de un equipo bilateral “dos más dos” integrado por el Secretario de Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa argentino, Jorge F. Cafiero, su par brasileño y los jefes de Estado Mayor Conjunto de los dos países. El primer encuentro virtual de los cuatro, tuvo lugar el martes 28 de abril, al día siguiente del informe de Rossi a los senadores.
La relación de Alberto Fernández con Jair Bolsonaro es ostensiblemente tensa -por no decir mala- pese a lo cual se ha logrado desarrollar una buena relación bilateral en lo militar, algo similar a lo que ha sucedido con los EEUU.
Informó también a los senadores sobre algo que no es novedad: las Fuerzas Armadas trabajan contra la Pandemia a través de 14 comandos operacionales distribuidos en todo el país a requerimiento de las diversas áreas del Estado; realizaron más de 2000 operaciones, de las que participaron 22.089 hombres; se hicieron 14 vuelos humanitarios, para traer “varados” argentinos en distintos países de América del Sur, con aviones Fokker F28 Hércules C130; vuelos de helicópteros para cooperar con el control de la cuarentena y se han organizado los 17 hospitales militares más los 2 reubicables, con una dotación de 1353 médicos y 2214 enfermeros, para recibir contagiados por el virus, si éste escala.
En el personal militar se registraron sólo 19 infectados - 18 integraron un foco de infección en Tierra del Fuego, fueran asintomáticos y ya se han recuperado- y una voluntaria de la Escuela Militar de Montaña de Bariloche.
A las pocas horas del informe de Rossi, se supo que un centenar de buques extranjeros se encuentra pescando en forma ilegal en el mar argentino. Ello llevó al envío de elementos aeronavales, para ejercer un mayor control de la zona. Es un tema que se articula con la política exterior.
Conceptualmente, el área de Defensa es un instrumento de la política exterior, surge para apoyarla o incluso realizar acciones que por otra vía no podrían realizarse. En este caso, es mantener abiertas líneas de contacto con países claves para Argentina como son EEUU y Brasil, en momentos de tensiones en las relaciones bilaterales.
Por esta razón, el Consejo Argentino de las Relaciones Internacionales (CARI),- calificado como el “think tank” numero treinta del mundo, el tercero de América Latina y el primero de nuestro país, acaba de crear el Comité para estudiar la relación entre la Defensa y la Política exterior, una cuestión que adquiere creciente relevancia en las relaciones internacionales en el ámbito global.
Pero todo esto debe integrarse un ámbito más amplio que es la política de defensa, donde esta administración está dando los primeros pasos para elaborar.
