Si hay una virtud que tiene este Argentino sensación, líder y exclusivo invicto de la zona 16 del torneo Federal B, es que espera y no desespera. Cuando no puede ganar, el empate se transforma en un buen amigo. Y es lo que sucedió ayer frente a Palmira: se aferró a su última línea, bancó la parada y le cerró el arco a los del Huevo Castro. Supo defender la punta. Y mira a todos desde arriba...
Por responsabilidad, por jugar en casa, por el largo invicto que ostenta en el José Castro, el Jarillero tomó la postura que le indicaba el libreto: se le fue encima a su rival con la seria intención de lastimar a una firme defensa.
Así y todo, mire cómo serán las cosas, el que primero tuvo la posibilidad de herir fue el visitante, ya que cuando iban 35 minutos, con una media vuelta de zurda, Juan Paulo Suraci puso a prueba a Javier Videla, quien respondió muy bien mandando el balón al córner.
De ahí hasta el filo del entretiempo, no pasó nada. El Jarillero llegó con un remate de Emiliano Páez que salió desviado contra el palo izquierdo de Fontemachi.
El trámite del complemento no varió demasiado. El juego se hizo ordinario y sin un dominador. En parte, mérito de este Argentino de estructura granítica, sólido, práctico y luchador que no le dejó elaborar juego a un adversario que propuso salir jugando desde el fondo, pero sin una idea clara para lastimar en el juego asociado.
Palmira intentó más, es cierto. Pero no se crea que pudo hacer la diferencia en el marcador. Al contrario, le costó horrores penetrar a los cuatro hombres del fondo. Sobre todo porque la Academia se encargó de destruir cualquier situación de peligro. Y claro, como era de esperarse, los muchachos de Sebastián Cloquell se mantuvieron a la expectativa y a la espera de aprovechar algún error del dueño de casa o de sacarle el jugo a una contra.
Y el Boli tuvo la chance: Jofré recuperó en la salida local, alargó para Lucero, centro al medio y Redondo (solo) le dio sin convicción, desviado. Era el gol del triunfo. Fue punto, que le sirve más al Boli porque defendió la punta.
Punto final a un ciclo: se fue el DT Castro
Luego del empate en cero entre Palmira y Argentino, Gustavo Castro presentó la dimisión indeclinable a su cargo como entrenador del Jarillero. Luego de dialogar con la prensa en la zona de vestuarios, el técnico mantuvo una reunión con el presidente del club, Sergio Melero, y le comunicó la decisión.
¿Motivos? Tras el partido, Castro contó que la situación “no se debe a lo futbolístico ni a los resultados. Son varios los puntos. La solución no es nuestra, tiene que venir de afuera. Se van juntando muchas cosas. Llevamos dos años en el club y lo hemos hecho crecer muchísimo. Sin embargo, parece que algunos no se dan cuenta”, comentó en alusión a los insultos que bajaron ayer desde la popular local.
-¿Les deben dinero?
-Nos deben dinero, sí, pero ese no es el único punto.
Por su parte, desde el club se informó que hoy la CD se reunirá para tomar una decisión al respecto y que en el juego de hoy, por la Liga, el equipo será dirigido por Bruno Barsotti.