Los falsos techos surgieron para tapar vigas de madera, techos abovedados o techos planos de las viejas casas.
Dejar las vigas de madera vistas en su color natural dará un protagonismo muy importante al techo frente al resto de la decoración. Antes, debés asegurarte de su estado, sobre todo en zonas donde hayan podido haber filtraciones.
No a todo el mundo tienen por qué gustarle, pero los techos vistos resultan visualmente muy atractivos. En las casas de más de 50 años es posible que, sobre el falso techo, existan vigas de madera, metálicas o de hormigón. A menudo, éstas van combinadas con bonitos techos abovedados, cerámicos o techos planos.
Hubo un tiempo en que todo eso, la estructura de la casa, se ocultaba. Se consideraba como algo sin terminar, barato, sencillo y por tanto de baja calidad. Por eso llegaron los falsos techos.
Si querés mostrar lo escondido, esa bella estructura, te damos algunos consejos sobre cómo hacerlo.
Antes de realizar cualquier reforma, te conviene asegurarte bien del estado de las vigas, sobre todo en zonas húmedas como cocina y baños y, especialmente, en espacios poco ventilados.
Lo mejor será que consultes con un arquitecto especializado que te diga cómo están las vigas.
También podés aprovechar para hacerles un tratamiento preventivo, una buena inversión que dura 10 años y que evitará males mayores a la larga.
Debés tener en cuenta que dejar las vigas de madera vistas en su color natural dará un protagonismo muy importante al techo frente al resto de la decoración. Utilizar colores más neutros para el resto de la estancia te ayudará a evitar que el espacio parezca demasiado caótico y desordenado.
En esta línea, una solución que suele utilizarse es la de pintar las vigas del mismo color que el resto del techo. Esto le confiere uniformidad al espacio y permite que no centrar tanto la atención en el techo.
Por otro lado, si dejás la cerámica y las vigas de su color natural tendrás un aspecto mucho más rústico. Si bien, al ser un techo oscuro, debés de tener mucha altura para compensar el efecto de disminución de altura que suponen. Igualar los colores o pintar el entrevigado del mismo color de las paredes, puede ser una buena solución.