Lo primero que hay que hacer para cambiar o crear un espacio para el descanso del bebé es pensar cómo querés que sea el dormitorio. Hay pautas básicas y sencillas que se deben tener en cuenta para empezar a planificar "la habitación perfecta". Veremos, paso a paso, cómo empezar a decorar la habitación del nene o la nena.
Pasos para decorar la habitación del bebé:
1- Conocer el espacio:
es necesario medir la superficie de la habitación para poder hacer una buena distribución del mobiliario. Hacé un pequeño plano de la habitación en un papel utilizando la cuadrícula como referencia de escala. Dibujá todos los elementos (ventanas, puerta, radiador…) y el mobiliario y jugá con las piezas como si fuera un puzzle. Otro truco es planificar en el suelo con diario, cinta o papel dónde irá cada pieza de mobiliario, así podés hacerte una idea de lo que van a ocupar.
2- Planificar: debés hacerte algunas preguntas importantes como si los muebles va a ser utilizado por varios niños o solo por el que viene en camino. Si ya tenés piezas que van a combinar con algunas nuevas, si buscás un estilo determinado, si es un espacio provisional porque te vas a mudar… Responder a estas sencillas preguntas te permitirá pensar a largo plazo. Pensar en el mobiliario que necesitarás. Hay piezas que van a ser imprescindibles como la cuna, el cambiador y el armario. Otros elementos como las estanterías o una buena butaca para la lactancia con una mesita auxiliar son aconsejables si disponés del espacio suficiente.
3- Buscar un punto de partida:
seguro que buscás inspiración en imágenes de habitaciones que se encuentran en la red y en revistas. Las fuentes son tan amplias que debés centrarte en lo que te gusta y crear un álbum que te ayude a ir depurando las posibilidades. Es muy interesante buscar un punto de partida, es decir, un elemento central alrededor del que giran el resto de elementos. Por ejemplo, una tela que te ha enamorado, una lámpara especial, una pieza de mobiliario que para vos es imprescindible,… La planificación girará alrededor de ese punto y será así más sencilla.
4- Elegir el color: cada color transmite sensaciones de las que generalmente no somos conscientes. Podés decidir entre colores neutros, cálidos o fríos pero tené en cuenta que el bebé necesita un ambiente tranquilo y acogedor, así que mi consejo es que utilicés colores claros y relajantes. Es importante valorar también otros factores como la cantidad de luz que tiene la habitación y sus dimensiones. Para habitaciones poco luminosas o pequeñas deberás elegir colores claros y que aporten luz y sensación de amplitud.
Elegí primero las telas y alfombras que querés utilizar porque es más fácil encontrar luego el color de la pintura al tono que al revés. Como acabados, para las paredes podés elegir entre pintura, papel pintado, zócalos en madera…
