El desayunador o islas son ideas sumamente prácticas y que ha nacido de nuestra forma de vida actual. La cocina es el primer espacio a disfrutar cuando empieza tu día, por ese motivo, no debés descuidar esta parte tan importante dentro de tu casa.
El desayunador es de por sí, una importante ayuda con el orden en la casa, ya que permite que se puedan comer las comidas diarias en la cocina sin mayor desajuste en el resto del hogar. Actualmente poca gente dispone del tiempo necesario para poner un mantel o colocar la mesa como se debe, por ese motivo, la isla facilita la vida de una familia moderna, ya que puede servirse la comida de manera informal, distinto a lo que sucede en el comedor, además la inmediatez en la distancia para servir los platos, hace de esta una opción formidable para los días de semana.
DISTRIBUÍ CORRECTAMENTE EL ESPACIO, ES FUNDAMENTAL
Tener un espacio mediano en la cocina, puede ser salvador, por eso a la hora de la construcción debés planificarlo de forma que sea agradable, pero sobre todo funcional, dado que gran parte de la vida en tu casa pasará por ese lugar. Por eso, es necesario que el desayunador cuente con al menos un lugar por cada miembro de tu familia. La idea es que sea abierto a la cocina, si usás una de sus paredes como base mejor aún, aunque haya quienes prefieran ponerlo en el centro de la misma, como parte de la isla de la cocina.
La idea central de este diseño de cocina es que la gente pueda moverse hasta el horno o cocina, la heladera, el dispenser de agua o el horno de microondas sin perder el contacto con aquellos que estaba compartiendo la mesa. De hecho algunos electrodomésticos como la cafetera, la tostadora o exprimidor pueden formar parte de la decoración ubicados cerca a esta mesa. Lo mismo con la caja del té, el azúcar, o los frascos con cereales.
PRESTÁ ATENCIÓN A LA LUZ NATURAL, LOS COLORES Y LOS MATERIALES:
La cocina con desayunador, es aún mucho más agradable si le ingresa luz del exterior. La claridad de la luz solar, hace que este sea un lugar mucho más cálido. Por este motivo, usá colores de la gama del amarillo para ambientar este lugar, y no es una mala idea, si decidís jugar con la madera a la hora de los muebles. Claro que siempre contrastando con los tonos metálicos de la mayoría de los electrodomésticos.
ELEGÍ CUIDADOSAMENTE LOS MUEBLES
Si ya tenés tu desayunador, no podés dejar los muebles vacíos y aburridos allí, debés decorarlos de una manera agradable. Recordá que es el lugar donde inicias tu día, si el desayuno tiene tal importancia en la alimentación, también lo debe tener el sitio donde desayunarás. Los asientos del desayunador deben ser las sillas más cómodas de la casa. Cuando uno se levanta sigue teniendo algo de sueño, así que sería ideal que puedas terminar de relajarte aquí.
Poné atención en sus tapizados, colores, estilos, materiales y diseño, todo debe combinar a la perfección. En cuanto a la mesa del desayunador, no debe ser demasiado amplia. Puede tratarse de una barra incluida a la mesada de la cocina o una mesa individual ubicada un rinconcito de la cocina. Para destacarla utilizá algunas lámparas vistosas que provean muy buena luz para despertarte bien durante las mañanas. En lo posible deben ser lámparas de techo para evitar que ocupen lugar en la mesa, ya que de por sí estas no son muy espaciosas. Por último, un centro de mesa vistoso y pequeño para darle alegría a este desayunador que te espera todos los días al levantarte y, por qué no también a la noche para reunirte con tu familia.
