Por Dis. Int. Florencia Suarez Apatye
Un arduo trabajo por parte de la interiorista local Laura Lacroix para desarrollar un proyecto que tenía como premisa acompañar la superficie de este espacio en sus diferentes niveles de piso, sus materiales y formas.
Al ser una gran superficie, se generaron tres sectores que rozan lo escenográfico. Cada uno con su estilo, conviven mediante premisas comunes de estética y buen gusto.
Una de las esquinas que acompaña el resto del estar con un toque más francés. Un gran sillón Bergere con una mesa de arrimo con pie de madera.
Uno de los rincones fue resuelto a través de la opción de entelar con un género francés de flores, generando un foco atractivo.
El recurso del espejo biselado para repetir el estampado de la tela genera una especie de cuadro.
Una araña de caireles de cristal ilumina el rincón y cuelga sobre un gran puff circular de pasamanería de hilo de seda en dorado.
Detalle del sillón con capitoné, tapizado en sastre.
Como se mencionaba, el ambiente se caracteriza por poseer espacios irregulares, los cuales incluyen muros oblicuos. Esas características se busó resaltar, como el muro detrás de la barra (oblicuo) que se revistió con un gran espejo. La barra construida en metal, se complementó con banquetas tapizadas en piel.
En la esquina del gran ventanal, un sillón domina el rincón.
Detalles de objetos decorativos, de plata.
El sillón principal totalmente tapizado con panas blancas y vivos en gris piedra, almohadones en tonos nude en seda natural. Mesa baja de centro con pata de madera y tapa espejada, un toque particular que permite reflejar los verdes del exterior en el espacio interior.
Detalles de la lámpara de bronce y caireles.