Sebastián Zúñiga, el joven que estuvo con Julieta Silva y Genaro Fortunato la noche trágica en el boliche La Mona, corroboró el testimonio de la imputada al asegurar que el joven rugbier estaba "muy nervioso" dentro del local bailable tras la discusión con los gemelos Maure. "No se lo veía normal", sentenció el testigo.
Zúñiga dijo que Genaro se puso celoso. "Cambió su manera de cómo estábamos (en el boliche)", agregó. Por otra parte, este amigo de Genaro, que declaró hoy, detalló que conoció a Silva hace tres años.
Silva describió a Genaro, durante su declaración en el primer día de debate, como muy alterado. Hasta dejó entrever que estaba algo celoso y que participó de varias discusiones. "Estaba raro, sacado", afirmó, y luego aseguró que, al no dar para más la situación, decidieron irse del lugar.
Este cruce en el boliche fue detallado ayer por Martín y Lucas Maure, los gemelos involucrados. Martín aseguró que Genaro lo increpó porque estaba mirando a Julieta, pero que solo fue una “pelea verbal, un cruce de palabras”. Y sentenció además que nunca hubiera pasado a mayores ya que entre ambos existía una “buena relación”.
Por su parte, Lucas confirmó que durante esa noche nunca habló con Julieta. La imputada había dicho que este gemelo se le había acercado en medio de la discusión y le había dicho: “O calmás a Genaro o lo calmo yo”.
Hoy se desarrolla la quinta jornada del juicio contra Julieta Silva por la muerte de su pareja Genaro Fortunato.
El fiscal solicitó incorporar pruebas
En el inicio de la jornada de hoy, el fiscal Fernando Guzzo solicitó la incorporación de nuevas pruebas en base al testimonio que brindó el primer día la imputada.
La primera prueba es la impresión de mapas de Google Maps que marcan las distancias precisas que recorrió Julieta Silva el día de la muerte de Genaro Fortunato. La misma fue aceptada por la defensa, detallaron desde el departamento de prensa del Poder Judicial.
La segunda prueba son las características técnicas del vehículo Fiat Idea que manejaba Silva. La defensa tampoco se opuso a la incorporación de esta prueba.
Como tercera prueba, Guzzo pidió incorporar las dimensiones de una cancha de hockey. Ante esto, la defensa de Silva, encabezada por Alejandro Cazabán, se opuso por considerar que no es objeto del proceso que se lleva adelante.
Silva enfrenta cargos con dos carátulas distintas: por un lado está el de homicidio simple con dolo eventual que tiene penas de 8 a 25 años y como alternativa el de homicidio culposo con un máximo de condena de 5 años.
