El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas,
cayó hoy sin atenuantes ante Inglaterra por 31-12 en un partido claramente favorable al vencedor desde el inicio que se disputó en el mítico estadio de Twickenham, en las afueras de Londres.
En el debut de Daniel Hourcade como entrenador del equipo, el representativo nacional dejó una pálida imagen en la parte inicial que mejoró un poco en la segunda mitad, aunque sin trascender en la faz ofensiva, en la que falló nuevamente.
Los albicelestes, que no marcaron tries y recibieron cuatro, deberán cambiar y mucho para el compromiso del próximo sábado en Cardiff, donde se medirán con Gales, el actual campeón del Seis Naciones.
Argentina no tuvo la pelota en la primera mitad, a tal punto que su única jugada de ataque dentro de los 22 metros ingleses se produjo a un minuto del cierre de la etapa, cuando tras un buen kick a cargar de Nicolás Sánchez, el capitán Juan Manuel Leguizamón recuperó la pelota y se pudo armar un movimiento de varias fases que se frustró por una obstrucción cuando el apertura tucumano se iba solo al try.
Hasta ese momento, Los Pumas no habían podido salir de su terreno. Cuando lo intentaron hacer jugando, rebotaron en las situaciones de contacto. Y cuando debieron hacerlo con el pie, no ejercieron la presión suficiente e Inglaterra pudo salir de su terreno sin problemas y situar el juego en campo albiceleste.
Un intercambio de penales entre Owen Farrell y Sánchez dejó el partido igualado en tres durante los primeros diez minutos. Pero en su primera acción profunda el local facturó en el ingoal argentino con un try de Joe Launchbury tras una jugada de line y maul.
Marcelo Bosch descontó con un penal de larga distancia a los 17 (6-10) pero el "Equipo de la Rosa“ siguió siendo más. Los tackles argentinos no derribaban y no frenaban la ofensiva de un rival que tuvo buen control de pelota pese a las malas condiciones del campo.
Una buena apertura hacia la izquierda desde un scrum cinco derivó en el try de Billy Twelvetrees a los 21 y otro de Chris Ashton a los 33, esta vez en la bandera derecha, cerraron el parcial con un categórico 24-6 a favor de los británicos que Bosch no pudo acortar al fallar sobre el cierre un penal desde atrás de la mitad de cancha.
En la parte complementaria, Los Pumas mejoraron en defensa y forzaron errores de los ingleses, que, sin tanto control de pelota, perdieron protagonismo. Entonces, el partido fue más trabado, más impreciso y más equilibrado.
Un par de penales de Sánchez, quien luego salió lesionado, dejaron al equipo albiceleste doce puntos abajo cumplido el cuarto de hora (12-24), pero al representativo nacional le siguió faltando mayor profundidad. Siguió perdiendo en el contacto y le costó progresar en el terreno.
Recién a los 28 minutos generó su primera acción de peligro de la etapa, que nació en una line robado (hubo buen desempeño en esa formación en todo el partido y en el scrum en la primera parte) que derivó en una rápida acción, conjurada en un knock on de Benjamín Macome.
Luego, Bosch tuvo la oportunidad de acortar con un penal factible que falló sobre los 32 y a partir de ese momento Inglaterra se recuperó y, en el final, con un try de Ben Morgan, liquidó el pleito con un categórico éxito.
Para Los Pumas queda el consuelo de un aceptable segundo tiempo, pero no dejaron demasiado margen para el elogio en la tarde londinense.