Deben cambiar unos 250 semáforos porque son muy antiguos y no tienen repuestos

En enero de 2016 eran de tecnología antigua 2 de cada 10, lo mismo que en la actualidad. Proyecto de recambio terminará en agosto

Deben cambiar unos 250 semáforos porque son muy antiguos y no tienen repuestos
Deben cambiar unos 250 semáforos porque son muy antiguos y no tienen repuestos

En poco más de dos años, la obsolescencia de los semáforos del Gran Mendoza no ha cambiado demasiado.

De acuerdo a lo informado por la Secretaría de Servicios Públicos 2 de cada 10 aparatos que se encuentran en el área metropolitana son de una tecnología que tiende a desaparecer, a tal punto que ya no hay repuestos.

En enero de 2016, Los Andes había publicado una nota en la que aseguraba lo mismo. Incluso se relataba un escenario similar al de la semana pasada luego de la tormenta, cuando varios quedaron fuera de servicio.

En las calles de Capital, Godoy Cruz, Maipú, Guaymallén, Luján y Las Heras coexisten equipos con tres tipos de tecnología diferente, dos de las cuales son antiguas.

En toda la provincia hay 1.132 semáforos de los cuales 819 se concentran en los departamentos mencionados, tal cual detalló Luis Borrego, director de Sistemas se la Secretaría de Servicios Públicos.

De ellos, 150 son electromecánicos, el sistema más antiguo, con baja precisión y un sistema parecido al de un reloj. “Hay que cambiarlos, están totalmente fuera de época”, subrayó y agregó que justamente la intención este año es avanzar en un recambio.

Estos están distribuidos en diferentes sitios.

Además, hay 140 que son electrónicos de primera generación, que aunque dan un salto en lo tecnológico también son antiguos, reconoció el funcionario.

El resto es electrónicos con GPS y se han ido colocando en distintas etapas. Son justamente los que se están instalando en la actualidad cuando se hace el recambio, lo que se va realizando en función de las demandas que el tránsito determina en cada punto o por pedido de los vecinos.

Implicancias

Una de las principales problemáticas que surgen con la red semafórica es cuántos de los aparatos se rompen cuando hay tormentas y el consecuente caos vehicular que la situación genera. Borrego aseguró que “ aunque son de diferente funcionamiento se rompen todos por igual”. Lo que cambia es el arreglo: la accesibilidad a repuestos y la celeridad con la que puede resolverse el daño.

Los electromecánicos son los más problemáticos ya que cuando se rompen demoran más en arreglarse, lo que puede implicar hasta un día fuera de funcionamiento.

El funcionario explicó que ya no hay repuestos por lo que el arreglo se hace de manera artesanal y en muchas ocasiones puede requerir sacar el aparato y llevarlo a un taller. En cambio, en el caso de los electrónicos puede resolverse en el lugar y en promedio en menos de dos horas estar activados.

Otro de los problemas es la eficiente regulación del tránsito, esto vinculado a la necesidad de sincronización entre los aparatos de las diferentes esquinas, la llamada “onda verde”.

Al respecto Borrego explicó que es muy difícil de lograr con los electromecánicos ya que se desregulan muy fácilmente, quizás en unas tres horas ya pierden segundos. A esto hay que sumar que para volver a regularlos e incluso para controlar su buen funcionamiento es necesario que se traslade personal hasta el lugar.

En cambio los más modernos cuentan con un GPS que cada dos horas se conecta con el satélite para actualizar la hora. De esa manera si perdió unos pocos segundos vuelve a acomodarse mientras que todos los aparatos tienen la misma hora gracias a lo cual la sincronización es posible y duradera. La desincronización entorpece el tránsito.

Por ello, Borrego aclaró que “se trabaja desde diciembre en un plan para cambiar 250 semáforos para que queden todos electrónicos de tercera generación; ya hay algunos que se cambiaron en calle San Juan de Ciudad en diciembre y enero y en abril se hará lo mismo en un tramo de calle 9 de julio”.

El plan se extenderá hasta agosto y se han invertido 6 millones 700 mil pesos. Se están cambiando los controladores (parte interna) no todo el aparato. Además, 80% de la red ya cuenta con luces led que permiten ahorrar energía.

Hay que tener en cuenta que la Costanera también tendrá una renovación y que en la calle Godoy Cruz de Guaymallén se colocarán nuevos aparatos inteligentes que se autoregulan en función de la fluidez del tráfico.

Reconoció que el principal problema es el alto costo de los aparatos y señaló que las comunas a veces los compran y delegan en la secretaría el mantenimiento.

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