Por primera vez en 16 años y tras 6 evaluaciones tomadas de forma trianual desde 2000, Argentina no es parte del ránking que mide la calidad educativa a nivel mundial.
Así lo oficializó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), encargada de llevar adelante las tradicionales evaluaciones PISA que miden justamente la calidad educativa en base a tres contenidos -Lectura, Matemática y Ciencias Naturales- en 72 países (más de 540.000 estudiantes de 15 años).
Es que si bien Argentina envió las pruebas que habían sido tomadas en el país en 2015 para que la OCDE las analizara, desde la entidad internacional decidieron excluirlas y no tenerlas en consideración puesto que la cantidad de evaluaciones estaban muy por debajo de la muestra que le correspondía a Argentina, dato que se desprende de la proporción de estudiantes de 15 años que viven en el país.
De los 13.280 estudiantes que solicitó como muestra la organización internacional, nuestro país remitió apenas 6.349 (48%). La explicación a estos cambios en la muestra corrió por cuenta del ex ministro de Educación, Alberto Sileoni -quien estaba al frente al momento de las pruebas- y sostuvo que la desaparición del EGB y el Polimodal ocurridas entre 2012 y 2015 modificaron la estructuración de las escuelas.
Sin embargo, las voces críticas que hablan de “mal intención” en esta manipulación con el objetivo de que no se observe una posible involución no tardaron en alzarse.
De Mendoza participaron nueve escuelas. Sin embargo, y al igual que con los evaluados de todo el país -salvo los de la Ciudad de Buenos Aires-, nunca se conocerán los resultados ni su evolución o involución con respecto a las PISA 2012.
“El problema técnico por el que Argentina no ingresa a la evaluación es de escala, y responde a que el tamaño de la muestra no es representativa. Al tener la mitad de la muestra y ser menor la escala de la solicitada, se pierde comparabilidad estadística. Entonces la muestra queda invalidada por falta de representatividad”, destacó la directora de Evaluación de Calidad Educativa de la DGE, Celia Chaab.
“Es triste decirlo, pero que en esta oportunidad las pruebas PISA no midan los resultados en Argentina no va a cambiar nada en la práctica, ya que tampoco nunca se les dio importancia a los resultados ni el sistema educativo empezó a medir capacidades. Este año no habrá gráficos para comparar probablemente, pero sabemos que el sistema educativo y el nivel siguen siendo bajos”, acotó a su turno -contundente-, el psicopedagogo y especialista en educación Alejandro Castro Santander.
Además consideró como “un papelón” la exclusión del país del ránking que mide la calidad educativa a nivel mundial.
Sin datos
Las evaluaciones PISA incluyen a alumnos de 15 años que son parte del sistema educativo -independientemente del año en que se encuentren cursando- y en cada país se solicita una muestra proporcional a la cantidad de estudiantes que conforman ese universo.
Dentro de cada país ocurre lo mismo y así es como, por ejemplo, para la muestra de Mendoza participaron el año pasado 9 escuelas mendocinas (las evaluaciones tuvieron lugar entre el 31 de agosto y el 4 de setiembre de 2015) y 2 riojanas.
En la misma prueba de 2012 fueron 12 los establecimientos de la provincia que conformaron la muestra. Y en aquella oportunidad los resultados tampoco fueron alentadores, ya que Argentina quedó 59 en el ránking de Matemática; 58 en el de Ciencias Naturales y 60 en el de Lectura (el listado incluyó 65 países).
“La decisión del OCDE de no analizar los resultados nacionales y excluir a Argentina del ranking debería ser un llamado de atención, ya que nos indican que los sistemas de evaluaciones educativas necesitan sofisticar las estrategias de aplicación. No va a traer consecuencias directas ya que los chicos van a seguir yendo a las escuelas”, agregó la funcionaria mendocina, quien destacó que el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich ratificó que en 2018 nuestro país volverá a las mediciones.
En todo el mundo, las PISA comenzaron a tomarse en 2000 y se trata de una evaluación de desarrollo de las capacidades de lectura, producción de texto y resolución de problemas en Lengua (Lectura), Matemática y Ciencias Naturales.
Se trata de un examen de desempeño, con 55 preguntas múltiple opción que involucran actividades secuenciadas. Llegan a los establecimientos en sobres cerrados y recién se abren el día en que se toman, para lo que llegan evaluadores externos.
“Si bien se incluyen las 3 capacidades en cada edición, cada 3 años se focaliza en una de ellas. En la del 2015 el foco estuvo en Ciencias Naturales, mientras que en la de 2018 va a estar en Lectura”, acotó Chaab.
Consultada sobre el origen del problema, la funcionaria mendocina prefirió no hablar de mala intención. “Creo que se dio por una ineficacia del sistema. Hay que tener en cuenta que son operativos muy costosos y complejos desde lo logístico”, acotó.
No obstante, y más allá de los resultados invalidados de las pruebas de 2015, Chaab resaltó que los últimos datos venían evidenciando una baja considerable.
“Hace falta fortalecer la formación de los docentes, generar nuevas estrategias de gestión y poner en valor nuevamente a las instituciones. La inclusión del alumno ya se logró, ahora hay que trabajar en la calidad del aprendizaje", destacó la directora de Evaluación de Calidad Educativa.
Además, destacó que el operativo provincial Mendoza Evalúa para Aprender y el Aprender a nivel nacional -ambos tuvieron su puntapié inicial este año- aportan a esta idea de aplicar el conocimiento a la realidad y cotidianidad, y son exámenes complementarios entre sí y con las PISA.
Alejandro Castro Santander, psicopedagogo: "Es probable que Argentina haya seguido en el amesetamiento"
El psicopedagogo y especialista en Educación, Alejandro Castro Santander consideró que es “un papelón” que Argentina haya sido excluida.
“Más allá de las lecturas que se puedan hacer, las pruebas PISA siempre sirven para ver y medir cómo estamos. Es muy probable que Argentina haya seguido en el amesetamiento. Pero nunca se le dio importancia a estas pruebas, nunca se hizo nada concreto”, siguió Castro Santander.
Al explayarse, destacó que la OCDE -por medio de las PISA- miden la capacidad de aprendizaje, mientras que en Argentina hace más de 20 años el sistema sólo se ha centrado en el contenido (de memoria) y no en esté aplicado a la realidad.
“En 2006 hubo un relajamiento del sistema, sobre todo en lo que se refería a notas, sanciones, al no hablar de ‘víctimas’ ni ‘victimarios’. Hace falta capacitar a los docentes ahora para sacarlos de ese relajo y pasar al paradigma de las capacidades”, agregó.
El especialista también cuestionó la explicación de las ex autoridades educativas intentando justificar la reducción de la muestra a casi la mitad de lo que la OCDE había solicitado.
“Si se quiere hacer una muestra comparativa, no se pueden tocar las muestras. Si se cambió el EGB o el Polimodal como dice Sileoni, se debe garantizar igual el mantenimiento de una muestra representativa”, agregó.
Gustavo Iaes, asesor de la Dirección General de Escuelas: "Hay que ver cómo hacemos para mejorar la escuela"
Gustavo Iaies es director del Centro de Estudios en Políticas Públicas y, además es asesor de la DGE. Tampoco cree en la explicación del achique de la muestra por la desaparición de DGE y Polimodal.
“Es difícil saber la motivación de lo que pasó, porque ninguno de los actores lo ha explicado bien. Pero si de 75 países, quedás afuera de las PISA junto a Kazajistán, mucho no te importaba ser parte o no, había voluntad política de querer participar”, destacó tajante y con un dejo de ironía.
“Lo cierto es que en un contexto en que algunos países venían subiendo y otros bajando, Argentina se había estancado en los resultados y ya hasta se había hablado de salirnos de las PISA, hubo desinterés. No es bueno porque nos quita una referencia internacional”, siguió el especialista.
“Mendoza tiene sus pruebas propias que tomó este año y ése es, en parte, el camino que hay que seguir. Hay que sentarse ahora a discutir, a escribir, a ver que los chicos aprendan y ver cómo hacemos para mejorar la escuela. No hay que deprimirse ni bajar la guardia”, sintetizó.
María Inés Abrile de Vollmer, ex titular de la DGE: "Mi tarea quedó plasmada en la aplicación de la ley nacional"
La titular de la DGE en la gestión de Francisco Pérez, María Inés Abrile de Vollmer, eligió su perfil de Facebook para hacer su descargo: “Hoy se cumplen diez años de la sanción de la Ley de Educación Nacional trabajada por Filmus y Tedesco, y que logró altos niveles de aprobación en ambas cámaras legislativas. Nos tocó a nosotros, a nuestros equipos y muchos más implementarla. Se transformaron las estructuras del sistema y volvimos a Primaria y Secundaria, se amplió la obligatoriedad a toda la Secundaria y se fortaleció la Educación Inicial. La inclusión social ha sido el mejor legado de esta Ley. Se creó el Infod y se mejoró la formación docente. Se logró una inversión del 6,4% del PBI. Se distribuyeron libros, computadoras y laboratorios. Se capacitó a todos los docentes en servicio y gratuitos. Se apoyó a los alumnos con dificultades, se crearon orquestas y coros, se implementaron programas de calidad para mejorar la enseñanza de la Lengua, Matemática, Ciencias Sociales y Naturales. Se transformaron los diseños curriculares. Y muchas cosas más. Cuando se pudo mostrar las mejoras en las pruebas PISA, apareció un inconveniente técnico. Qué casualidad!!!! (sic) Celebro los 10 años de la Ley. Mi tarea profesional y política quedó plasmada a nivel nacional y profesional en la aplicación de esta Ley”.