En la Argentina el aborto seguirá siendo ilegal. El Senado se encaminaba esta madrugada a rechazar el proyecto que el 14 de junio había aprobado la Cámara de Diputados, tras más de 16 horas de sesión en que se escucharon encendidos discursos a favor y en contra, mientras la plaza del Congreso y decenas de cuadras más permanecieron repletas de manifestantes con pañuelos verdes y celestes.
La sesión generó expectativas en el mundo: por primera vez en la Argentina se debatió un proyecto de despenalización y legalización del aborto, práctica que está penada bajo cualquier circunstancia desde 1886 y con causales desde 1921.
El proyecto llegó a los recintos de ambas cámaras del Congreso al cabo de siete intentos consecutivos de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, un colectivo de organizaciones de mujeres fundado en 2004 que anunció que seguirá insistiendo todos los años hasta que sea ley.
El proyecto de legalización del aborto no podrá volver a ser debatido hasta el 1 de marzo próximo. Pero, en los hechos, la próxima discusión se postergaría hasta 2020, porque el año que viene la composición de ambas cámaras seguirá siendo la misma y no tendría sentido insistir con las mismas voluntades de hoy.
En Diputados el proyecto había sido aprobado por 129 votos a favor, 125 en contra y 1 abstención. En el Senado, el conteo provisorio arrojaba 31 votos a favor de la iniciativa, 38 en contra y las abstenciones anunciadas por el santafesino Omar Perotti y la neuquina Lucila Crexell, que impulsan sendos proyectos de despenalización.
A ellos se les sumaba la sanluiseña María Eugenia Catalfamo, que ausentó porque cursa el octavo mes de un embarazo con complicaciones.
Los senadores que están a favor de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo habían bajado al recinto ya asumiendo a una probable derrota, debido a la diferencia de votos era conocida.
La sesión empezó a las 10.26 de ayer con las palabras del senador antiabortista Mario Fiad (UCR-Jujuy), presidente de la comisión de Salud, quien señaló que la legalización del aborto "significa que el derecho a la vida está por convertirse en el más débil de los derechos", tras lo cual hablaron los otros dos presidentes de las comisiones del plenario, Pedro Guastavino (PJ-Entre Ríos), de Justicia, y Dalmacio Mera (PJ-Catamarca), de Asuntos Constitucionales.
Luego se escucharon 11 horas consecutivas de exposiciones, entre las cuales se destacaron algunos discursos enfáticos, como el de la justicialista pampeana Norma Durango: “El debate es legal o ilegal, esta ley no obliga ni recomienda a nadie abortar, sólo defiende el derecho a elegir. Si no hay ley, vamos a contribuir a la clandestinidad”.
Rodolfo Urtubey cometió un furcio al explicar su apoyo a la ampliación de la despenalización del aborto en determinadas circunstancias dijo que “hay casos en los que la violación no tiene violencia sobre la mujer”.