"¿Así que fuiste alumna mía? ¿Y no te insulté?", bromea la docente Laura Cogni de Bru cuando Estilo la contacta por su nuevo perfil de standapera.
Entusiasmada por el espectáculo que subirá a escena el 17 de este mes en el Teatro Imperial de Maipú, titulado "Ven, insulto, ven", esta profesora de Lengua y Literatura, madre de cuatro hijos, desliza que quizá ha llegado la hora de desarrollar su verdadera vocación: el monólogo de humor.
“Lo vengo haciendo desde hace años en la sala de profesores”, confiesa Laura cuando se le pregunta si ésta es la primera vez que se anima al espectáculo. “Aparte yo hablo mucho, no paro de hablar, los que me conocen saben que no tengo filtro”.
En ese ámbito de desquite y catarsis que viene siendo hoy cualquier sala de profesores de cualquier colegio, los colegas de teatro, conscientes de su talento, se encargaron de animarla. “Me lo venían diciendo y yo que no, que no, porque sentía que lo mío estaba en otra área; pero ahora, después de este cimbronazo que me dio la vida, me dije ¡vamos!”
El momento del cimbronazo lo recordamos todos: fue ese día de mediados de junio en el que se viralizó su imagen en las redes sociales. Allí se veía a Cogni de Bru, sacada de quicio, insultando a sus alumnos del colegio D.A.D.
- ¿Y vas a hacer humor sobre este episodio?
- No específicamente, porque hay un sumario de por medio y, sobre todo, porque está detrás la Universidad, una institución que respeto mucho, donde vengo trabajando desde hace 35 años.
- ¿Entonces qué vas a contar sobre las tablas?
- Muchas anécdotas de amigos y muchas propias. Entre ellas, cómo me hice profesora, algo que está relacionado con el tamaño de mi cuerpo.
- ¿Alguna alusión a las malas palabras, tipo Fontanarrosa?
- ¡Claro! Hablo de los usos de algunas de estas palabras y sus variaciones. Hay un monólogo sobre la palabra 'choto', por ejemplo. Pero no voy a decir más porque si no arruino el chiste.
Lo que Laura Cogni ha desarrollado también en estos textos, escritos exclusivamente para “Ven, insulto, ven”, es una serie de episodios relacionados con la vida cotidiana de una mujer actual.
“No es que se trate de arengas feministas -aunque sí soy feminista- sino más bien de las cosas que nos pasan a diario. Yo no soy ama de casa y nunca lo voy a ser. Tuve cuatro hijos pero los fui criando como pude. Me la he pasado trabajando”.
Así, fuera de los moldes de la censura, la docente ha decidido dar rienda suelta a su expresividad y poner bajo las luces todo lo que sabe y tiene para decir. “Los monólogos están íntegramente escritos por mí, salvo un par de textos de escritores consagrados que incorporo en el show”.
Claro que su experiencia en las letras le aporta el plus necesario para centrarse en el humor verbal - los juegos de palabras, el doble sentido- y en el problemático mundo docente.
“Después del video recibí muchas críticas pero también mucha fuerza, muchas adhesiones. La gente, los amigos, me animaron. Y uno de ellos me llevó al Imperial”.
Así que este show está pensado, en parte, como una ofrenda para aquellos que, entre los pasillos de las escuelas, le susurraron un 'yo te apoyo'.
En todo caso, Cogni fue el volcán que destapó una crisis educativa que se percibe hace años y que parece abismar cada vez más a docentes y alumnos.
“No hablo del hecho puntual pero sí de miles de anécdotas del aula”, aclara. “Cualquier identificación con la realidad es pura coincidencia”, guiña.
Cuando La profesora colapsó y la filmaron
“¿Quedó claro que no soy ninguna tarada para estar delante de ustedes? y que me revienta, que cuando yo estoy leyendo y me estoy rompiendo el traste para que entiendan el texto (...) uno se duerma, otro lea y los otro se rasque las partes pudendas y para lo que no entiendan los que son las partes pudendas, son las bolas”.
Frases como ésta llevaron a Laura Cogni de Bru, profesora de Lengua y Literatura del D.A.D, a la "fama" en YouTube. También a una suspensión de 30 días y a un sumario administrativo. Es que la docente, al parecer colapsada por la indiferencia de la clase, no pudo contener una catarata de insultos que fue registrada por uno de los alumnos. Inmediatamente, el video fue replicado y los medios se hicieron eco con títulos como "La profesora desbocada", "La profe insultadora".
El video causó indignación en las redes sociales y también varias adhesiones que la inspiraron.