Después de 28 años como funcionario público, administrar la mayor caja de dineros del Estado nacional y permanecer en la cima del poder, Julio de Vido quedó preso. Su detención se produjo poco más de una hora después de que la Cámara de Diputados, con la mayoría del bloque kirchnerista ausente en el recinto, aprobara el desafuero que había pedido la Justicia para avanzar en dos de las más de cien causas por corrupción en que está denunciado.
Entre 2003 y 2015, De Vido fue intocable. Y nunca había quedado detenido desde que en 1989 asumió como director de Obras Públicas de la Municipalidad de Río Gallegos, cuyo intendente era entonces Néstor Kirchner, a quien acompañó como funcionario en todas sus gestiones.
El diputado del Frente para la Victoria-PJ, considerado ícono de la corrupción kirchnerista por su desempeño como jefe del disuelto Ministerio de Planificación durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, se entregó por su propia cuenta en los tribunales federales de la avenida Comodoro Py 2002, ubicados en el barrio porteño de Retiro.
Cuando se presentó, aún estaba en el edificio de la avenida Libertador, donde vive, un grupo de gendarmes que el juez había enviado para que lo detuvbieran y cuyo despliegue había generado una espontánea concentración de gente en la vereda que buscaba verlo con las esposas.
De Vido entró a los tribunales por la puerta de atrás para no otorgarle al gobierno de Mauricio Macri la foto que pretendía: sacado de su casa esposado, con chaleco antibalas y casco.
Horas después fue trasladado en una camioneta blanca con vidrios polarizados del Servicio Penitenciario Federal al hospital de la cárcel de Ezeiza, donde le realizarían estudios médicos.
Allegados al ex funcionario K, de 67 años de edad, señalaron que en unos días pedirá la prisión domiciliaria por la diabetes que padece.
“Mándenle champán a la doctora (Elisa) Carrió”, dijo el diputado K al ingresar a los tribunales, en alusión a la fundadora de Cambiemos, que lo denunció en numerosas causas de corrupción y celebró la semana pasada, en el cierre de campaña, el pedido de desafuero con la frase: “¡Qué caviar, qué champán!”.
“Que no me manden, porque no tomo alcohol”, respondió en Twitter la diputada, que no habló en el recinto. “Ya hablé durante 14 años”, le dijo a su compañero de bancada Fernando Sánchez, quien le preguntó si tomaría la palabra.
Fisuras
En la Cámara de Diputados, la votación se realizó con 178 de los 257 diputados presentes. Terminó 176 a favor del desafuero y una abstención (el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, no vota).
Antes del inicio de la sesión especial, el bloque Frente para la Victoria-PJ, que preside Héctor Recalde y responde directamente a Cristina Kirchner, resolvió no bajar al recinto para no "convalidar la persecución" judicial de la que, a su criterio, el ex funcionario está siendo víctima.
Sin embargo, seis diputados del bloque K sí bajaron: el sanjuanino Ramón Alberto Tovares, quien en diciembre termina su mandato; su comprovinciana Daniela Castro, que fue reelecta; la chubutense Ana Llanos, que responde al gobernador Mario Das Neves; la tucumana Miriam Gallardo, esposa de César Dip, funcionario de Juan Manzur; y los rionegrinos Luis Bardeggia y María Emilia Soria.
Soria, reelecta en su provincia, fue la única diputada del bloque K que votó en contra de De Vido y argumentó su decisión en el recinto: sostuvo que, a diferencia del pedido de expulsión por inhabilidad moral, frustrado en la sesión del 26 de julio pasado, esta vez el pedido de desafuero sí se ajustaba a la ley.
“Nací en una casa peronista y aprendí dos cosas: no renunciar a mis principios y dar siempre la cara”, dijo Soria, la última diputada en hablar durante el debate.
También dio el presente el ex intendente de la cordobesa Villa Dolores Juan Manuel Pereyra (Concertación Forja), quien formó parte del Frente para la Victoria y ahora responde al gobernador Juan Schiaretti.
Pereyra, quien como jefe municipal fue beneficiado directamente con obras durante la gestión de De Vido, se abstuvo de votar el desafuero.
“Me llama la atención que después de meses de estancamiento, estos pedidos hayan llegado en tiempo electoral. Nada es casualidad”, dijo Pereyra. “No defiendo ni ataco al diputado De Vido, cuestionó a un sector del Poder Judicial”, completó.
El desafuero fue aprobado por Cambiemos, el massismo y el Bloque Justicialista, los trotskistas, dos diputados que responden a Schiaretti; los que responden a los hermanos Rodríguez Saá; los socialistas; los de Libres del Sur; los santiagueños que responden al senador y gobernador electo Gerardo Zamora; el triunviro de la GCT Héctor Daer; los misioneros del Frente Renovador de la Concordi, y los neuquinos del MPN, entre otros.
En cambio, no bajaron al recinto los cinco del Movimiento Evita, que curiosamente se alejaron de la bancada K luego de que se descubriera al ex secretario de Obras Públicas José López intentando guardar bolsos con dinero en un convento.
Las causas
Aunque sobre De Vido pesan unas 130 denuncias, 26 imputaciones y cinco procesamientos, en esta ocasión fue desaforado y detenido por dos causas.
Río Turbio. Es la que llevan adelante el fiscal Carlos Stornelli y el juez Luis Rodríguez, en que se analizan contrataciones, obras y gastos realizados en la zona de Río Turbio (Santa Cruz), en la mina de carbón, la usina y un tren de cargas y servicios turísticos.
A de De Vido se le atribuye ser responsable de una maniobra para obtener fraudulentamente recursos del Estado, que consistía en contratar a una universidad, en vez de hacer licitaciones públicas, que a su vez derivaba de forma directa fondos a una fundación.
El gas más caro. La otra causa por la que Diputados le quitó los fueros es investigada también por Stornelli (quien fue ministro de Seguridad del ex gobernador bonaerense Daniel Scioli y jefe de seguridad del club Boca Juniors cuando Mauricio Macri era su presidente) y el juez Claudio Bonadio, abiertamente enfrentado con el kirchnerismo.
En este caso, se le atribuye a De Vido haber generado un perjuicio al Estado de unos 6.900 millones de dólares, porque pagó por la importación gas licuado, entre 2008 y 2015, un precio superior al valor de mercado.
Ni en la cárcel lo quieren ver
El preso Julio De Vido es ya un problema de convivencia con otros convictos para la Justicia y el Gobierno. Un grupo de presos comunes del penal de Ezeiza hizo saber que no quieren ver al “corrupto” ex ministro de Planificación en sus pabellones, informaron voceros oficiales.
Por ejemplo, Ricardo Jaime fue insultado por otros presos y el Servicio Penitenciario Federal tomó nota de las quejas. Tanto la cara de De Vido como la de Jaime son muy conocidas.
Ocho votos mendocinos y dos ausentes
De los diez diputados nacionales por Mendoza, ayer hubo ocho en la sesión y todos votaron a favor de quitarle la inmunidad a De Vido. El grupo tiene una composición bastante ecléctica: tres radicales (Luis Borsani, Patricia Giménez y Luis Petri), dos del Pro (Susana Balbo y Stella Huczak), un peronista (Rubén Miranda), una de Libres de Sur (Graciela Cousinet) y una del FIT (Soledad Sosa).
Los dos ausentes fueron los K Guillermo Carmona y Alejandro Abraham (que el domingo fue electo senador provincial por el primer distrito). Ambos se unieron a la estrategia del bloque del FpV y no bajaron al recinto, en una suerte de abstención a la distancia.
Casanello apurado a definir citación
La Cámara Federal porteña rechazó la incompetencia que declaró el juez Sebastián Casanello en la causa en la que está preso Lázaro Báez y le ordenó que resuelva si la ex presidenta Cristina Fernández debe ser llamada a indagatoria también en esa causa.
La Sala Segunda del tribunal, con las firmas de los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah, le ordenó a Casanello que debe “decidir, sin más, la procedencia o el rechazo de las declaraciones indagatorias solicitadas por los acusadores”, entre ellos la de la ex mandataria.
En la misma causa fueron confirmadas las ampliatorias de procesamientos de Báez y de sus hijos, entre otros imputados.
En agosto pasado, Casanello amplió los procesamientos en la causa denominada “Ruta del Dinero K” pero se declaró incompetente y envió la causa a su par Julián Ercolini, sin resolver un pedido de indagatoria contra la ex presidenta.
Casanello interpretó que debía enviar su causa a Ercolini, quien investiga un megaexpediente que abarca toda la obra pública.
Fariña: Echegaray encubrió a Báez
El ex financista mediático Leonardo Fariña acusó al ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray de haber “encubierto” durante el anterior gobierno supuestas operaciones ilegales del detenido empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Al prestar declaración indagatoria en el juicio oral al que es sometido por un tribunal en lo Penal Económico por presuntas irregularidades en la compra y venta de un campo en Mendoza, Fariña sostuvo que durante la gestión anterior “el denominador común fue la exclusión de Lázaro Báez” de las investigaciones por operaciones ilegales.
El financista aceptó declarar pero anticipó que no respondería, por ahora, preguntas del tribunal y las partes, aunque deslizó que podría hacerlo una vez que avance el debate.
En el juicio se buscan determinar responsabilidades en la operación de unas 3.400 hectáreas en la localidad de Tunuyán, en Mendoza, que en diciembre de 2010 fue pagado a 5 millones de dólares, como lo reveló Los Andes, y en 2012 fue vendido en 1,8 millón.