El ex ministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido, pasó la noche en el penal de Ezeiza, luego de quedar sin fueros en el Congreso como diputado nacional y entregarse en tribunales federales de Comodoro Py.
Minutos después de ser votado el desafuero, gendarmes ingresaron a la vivienda de De Vido en el residencial barrio de Palermo, en Buenos Aires, para arrestarlo. Pero el exministro de Planificación, de 67 años y padre de cinco hijos, no estaba. En esos instantes se entregaba en el Palacio de Tribunales.
Al atardecer arribó a la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza, en un convoy de vehículos policiales y bajo un fuerte operativo de seguridad.
Allí fue alojado previa realización de estudios médicos en la unidad hospitalaria del penal.
Sin declaraciones
No obstante, en declaraciones a la prensa, su abogado Maximiliano Rusconi descartó que De Vido vaya a "hablar" para involucrar a otros ex funcionarios, y advirtió que esas maniobras son "extorsiones".
"Conceptualmente me opongo a esas extorsiones. No voy a entrar. Creo que del diálogo que tengo permanentemente que tengo con Julio De Vido ni siquiera nos hemos planteado esto. En las causas en las que estoy, las imputaciones a De Vido son ridículas", afirmó.
En declaraciones a radio La Red, el abogado dijo que "hay que definir qué significa hablar" y aclaró que "él ya hablado en el expediente a través de un escrito y ha demostrado que no ha tenido en los hechos ningún tipo de responsabilidad".