El día "D" finalmente llegó para el mundo Boca. Daniele De Rossi aterrizó esta mañana en nuestro país proveniente de Italia, pasó por una clínica privada a realizarse los estudios previos a la firma del contrato y en cuestión de horas llegó a la Bombonera.
Con la camiseta azul y amarilla puesta y con la campera del club recorrió junto a su amigo, Nicolás Burdisso, los pasillos del mítico estadio que más de una vez soñó con conocer. Ídolo en la Roma, el campeón del mundo con su selección en Alemania 2006, sueña con lograr lo mismo con el club de la ribera y ganar "la séptima".
Pese a que el mediocampista italiano se muere de ganas por jugar, recién será presentado el lunes y no este viernes como se especulaba. Además de tener hoy su primer entrenamiento con el equipo, estará en el partido ante Huracán por el debut en la Superliga en uno de los palcos del J. Armando y el miércoles hará lo mismo en la revancha contra Paranaense por la Copa Libertadores.
"Mañana hablamos o el día después", dijo De Rossi en sus primeras declaraciones en suelo argentino cuando las cámaras de Fox Sports lo interceptaron en el peaje del de Ezeiza. La postergación oficial es por motivos personales del futbolista, que llegó junto a su esposa, Sarah Felberbaum. Desde Boca negaron que el retraso por la ausencia del presidente Daniel Angelici, como se había especulado.
El jugador de 36 años confesó que su fanatismo comenzó a partir de Diego Armando Maradona: "Empecé a ver a Boca cuando era chico por Maradona y por el estadio. Me enamoré de la cancha y de los hinchas, que son muy pasionales. Me hacen llorar", había dicho en alguna entrevista. Y como no podía ser de otra manera, su primera imagen el club fue junto a la estatua de Diego que engalana uno de los salones del estadio.
Los hinchas xeneizes ya le empezaron a demostrar su cariño. Una gran cantidad de simpatizantes lo recibió en aeropuerto Internacional Ministro Pistarini y por redes sociales, otros tantos le han dedicado mensajes de bienvenida al futbolista que promete convertirse en ídolo.