De Pablo Picasso a Diego Rivera, pasando por Cézanne, Chagall, Bacon o Pollock, las obras de una veintena de artistas contemporáneos muestran, en una exposición en el madrileño Museo del Prado, la influencia del Greco 400 años después de su muerte.
"El Greco ha sido un pintor al cual han admirado Cezanne, Picasso, el pintor central en el siglo XX, después el cubismo, los expresionismos alemanes, los expresionismos en general europeos, el surrealismo, la pintura americana muy especialmente, como con Jackson Pollock" enumera, en una lista que parece infinita, Javier Barón, comisario de la exposición "El Greco y la pintura moderna", abierta desde este martes hasta el 5 de octubre.
A su espalda, dos lienzos de "La dama del armiño": uno, pintado entre 1577 y 1579 por El Greco y el otro, de tonos azulados, nacido entre 1885 y 1886 de los pinceles de Paul Cézanne, cuyo título, "según El Greco", reconoce directamente su inspiración.
Un poco más lejos, los cuerpos desnudos de los mártires en "La visión de San Juan" (1608-1622), de pie tras la silueta del santo, vestido con una túnica del intenso azul saturado del Greco, recuerdan a las famosas "Señoritas de Avignon" (1907), de Pablo Picasso, obra clave de los primeros años del cubismo, que no figura en la exhibición.
"Cuando Picasso va a pintar las Señoritas de Avignon, descubre en el estudio de Zuloaga la gran Visión de San Juan, el cuadro del apocalipsis y una de las obras maestras del Greco", explica Barón, jefe del departamento de pintura del siglo XIX del museo madrileño.
Esta obra "le fascina y le influye decisivemente a la hora de abordar el movimiento clave de la vanguardia como es el cubismo", agrega.
Rindiéndole homenaje de forma directa, como Cézanne, o inspirándose, como Picasso, en sus siluetas alargadas, en los "pliegues de sus vestidos en planos angulosos, su deformación expresiva y la constricción del espacio, quebrado y definido en alvéolos", la obra de el Greco "influye sobre cientos de artistas contemporáneos", agrega.
Mucho tiempo olvidado
La exposición presenta 26 obras del Greco y, haciéndose eco de ellas, 57 cuadros y 23 dibujos de grandes artistas del siglo XIX y XX.
"Hemos buscado la visibilidad, la claridad mayor posible, en este especie de iceberg, que es esta exposición, con respeto a la gran masa de influencia del Greco", explica el comisiario sobre el artista, nacido con el nombre de Domenikos Theotokopoulos en la isla griega de Creta en 1541.
"Aquí están los más destacados, o las obras de mayor calidad, y aquellas en las que más clara resulta la influencia", agrega.
Tras haberse formado en la Italia renacentista y verse excluido de la corte de Felipe II de España, El Greco se instaló en la ciudad española de Toledo, al sur de Madrid, que este año celebra el cuarto centenario de su muerte.
Los artistas americanos del siglo XX vieron en él "el ejemplo estimulante de una personalidad formada, como ellos, en varias culturas diferentes", se explica en la exposición, destacando su influencia en pintores como el chileno Roberto Matta o el mexicano Diego Rivera, presente con "La adoración de la virgen y el niño" (1913).
Sin embargo, durante varios siglos, la pintura "manierista" del cretense, demasiado "alambicada" para el Barroco y después ignorada por el clasicismo del sigo XVIII, permeneció en el olvido, señala el comisario, recordando que el Greco fue redescubierto en el siglo XIX y su influencia se expandió en el XX.
Una segunda vida que fue impulsada por la "primera exposición monográfica" que El Prado le dedicó en 1902.
Más tarde, Francis "Bacon viene a Madrid en pos de Velázquez pero también a ver al Greco", explica Barón, mostrando su influencia en el escorzo de "Mujer Tumbada" (1961) de Bacon.
Con la más vasta colección de obras del Greco, El Prado quiere ahora celebrar así "aquello que más relevante tienen los pintores: su capacidad para influir y abrir nuevas vías a otros pintores, especialmente si eso ocurre a largo plazo, como es varios siglos después".