Hace tres meses pensó en retirarse, pero llegó al Abierto de tenis de Australia, superó la fase previa, celebró su primera victoria en un cuadro final de un Grand Slam y buscará las semifinales.
Una tenista brilla por encima de las demás en la presente edición de Australia y no es Serena Williams ni Maria Sharapova. Shuai Zhang, la número 133 del mundo y que invitó por primera vez a sus padre a un torneo, ha ganado sus tres primeros partidos en el cuadro principal del Abierto después de 14 derrotas consecutivas en 'Grand Slam'. De hecho, Zhang nunca había decantado a su favor un partido en uno de los grandes escenarios de la raqueta lo que le hizo plantearse la retirada a la conclusión del pasado US Open.
En Flushing Meadows cedió en la segunda ronda de previa con Petra Martic. En Melbourne pasó la fase de clasificación pero se encontró con un cuadro lleno de obstáculo, empezando por un debut con Simona Haleo, número 2 mundial, al que le seguía Alize Cornet, campeona la semana pasada de WTA de Hobart, y Varvara Lepchenko.
Zhang, que ha celebrado cada una de las tres victorias entre lágrimas, ya está en la cuarta ronda del Abierto y se medía anoche con Madison Keys.
"Me hace ilusión haber ganado estos partidos porque mis padres nunca me habían visto jugar y quería que vieran a lo que me he dedicado durante más de 20 años", explica la tenista china.
"En los últimos meses mi ranking estuvo sobre el 200. Me sentía muy triste cada día y casi me retiro. Pero hubo gente que me ayudó, mi entrenador, mis padres, mi equipo", señaló la china, que desde mayo de 2015 hasta Australia acumuló ocho derrotas seguidas en torneos de categoría WTA. "Hace tres meses, después del US Open, me sentía muy triste por no poder ganar ningún partido. Pero me dije de intentarlo una vez más. Mi último torneo iba a ser Australia. Pero nunca pensé que iba a poder ganar aquí ", añadió.
Zhang es la primera tenista procedente de la fase previa que alcanza los cuartos de final de Australia desde la mexicana Angélica Gavaldón en 1990. La última en llegar a semifinales fue la local Christine Dorey, en 1978. En su currículum aparecían hasta ahora cinco primeras rondas en Roland Garros, cuatro en Australia, dos en Wimbledon y tres en el US Open. Pero fue ganar en Australia y no frenar. "No quiero parar, quiero dar el próximo paso", dijo ambiciosa después de superar los octavos de final.
China sueña con que su jugadora siga adelante en el torneo y ya se preven audiencias millonarias tomando el relevo de Na Li, retirada de la competición en setiembre de 2014.