Al menos diez personas murieron durante un tiroteo entre la policía y un grupo de 25 delincuentes que asaltó esta madrugada dos bancos en Guararema, a 80 kilómetros de la ciudad brasilera de San Pablo.
El equipo delictivo armado con equipamiento de guerra detonó cajeros automáticos del banco do Brasil y Santander en Guararema y escapó tomando rehenes en las casas vecinas.
El episodio ocurrió a las 4 de la madrugada en Guararema, una pequeña ciudad del interior de San Pablo en el valle del Río Paraíba.
"Los asaltantes llegaron en cinco vehículos blindados, con equipamiento militara", dijo el jefe policial de la fuerza táctica José Alves Silva a la prensa local.
Según la policía, ningún agente murió en el tiroteo con los delincuentes.
En su huida, siempre según la versión policial, los asaltantes invadieron casas y tomaron rehenes. Uno de los delincuentes murió en una vivienda donde tomó rehenes.
"Fue aterrador. Estábamos durmiendo y nuestro perro empezó a ladrar y luego oímos los tiros", contó a la prensa Vanderleia Gomes, quien vive en una casa a escasos metros del lugar, con su marido y su suegra.
Pocos minutos después, uno de los asaltantes comenzó a golpear la puerta de su hogar, mientras apuntaba una pistola contra un hombre que tenía sujetado y amenazaba con matarlo si no abrían. Finalmente, el criminal derribó la puerta y se refugió dentro de la casa y tomó a todos como rehenes.
Desde la fuerza policial indicaron que todos los muertos eran parte del grupo de asaltantes, que ya era investigado por la fuerza especial de la Policía Militar del estado de San Pablo y el Ministerio Público local, que tenía indicios de que planeaban un robo en la zona.