Gales, rival de mañana de Australia, está concentrado en prolongar su sueño mundialista iniciado tras la eliminación del anfitrión, Inglaterra. Y el próximo paso son los Wallabies. Pero esa concentración no es absoluta porque hace dos días que el capitán del Dragón Rojo, Sam Warburton, estuvo frente a frente con nada más ni nada menos que con el fantasma del del rey de Inglaterra, Enrique VIII.
El segundo monarca que guió los desinos ingleses durante casi 38 años hasta su muerte en 1547, quien además ejerció el poder más absoluto de la historia de ese país, rompió con la Iglesia católica y termió uniendo a Inglaterra con Gales.
El ala del seleccionado de Gales no pudo dormir durante la primera semana del Mundial y no por los nervios sino porque en la habitación 1313 del hotel Oatlands Park, en las afueras de Londres, a su compañero Dan Lydiate se le "apareció" la figura de Rey, con su caracterísica barba.
"Fue un problema en los primeros días. Dan Lydiate lo 'vio' y luego pudo volver a dormirse. Pero nuestro capitán no pudo volver a pegar un ojo hasta que pidió que lo cambiaran de habitación", confió el incrédulo preparador físico Paul Stridgeon.
Una de las "explicaciones" presentadas por el sitio walesonline.co.uk para la presunta visita del fantasma es la muerte en el siglo XIX de una mujer que trabajaba en el hotel. Según la historia la chica, cuyo novio también trabajaba allí, tenía amantes. Ella, angustiada por la situación, huyó una noche a la torre del campanario, se atrincheró allí justo encima de la habitación 1313 y finalmente se tiró al vacío...
"Algunos compañeros creen haber visto un fantasma pero no estoy seguro de que fuera real", aseguró . Pensaron que era Enrique VIII", asegura el joven pilar Samson Lee. "Yo creo que Dan estaba soñando pero creo que es mejor estar lejos de la habitación 1313".
"Hay un par de historias sobre Enrique VIII. Dan Lydiate y también Toby Faletau lo buscaron y dijeron que habían visto una pareja de fantasmas la semana pasada", reveló el ala James King. "Por ahora cruzo los dedos porque aún no vi ninguno", bromeó. "Estoy seguro de que algunos de los muchachos están bromeando escondiéndose en el armario", concluyó King.