Casi 150 boxeadores profesionales de Filipinas vieron cómo se les retiraba la licencia por haber falsificado los resultados de un escáner cerebral, anunciaron hoy las autoridades del país.
Esos boxeadores no podían pagar el escáner y entonces recurrieron a suministrar resultados falsos, explicó el presidente del Consejo de Administración del Comité de Ocio y Divertimentos de Filipinas, Abraham Kahlil Mitra.
Esas pruebas médicas son obligatorias por decisión del gobierno, tras la muerte de varios boxeadores en los últimos años.
Casi la mitad de las personas sancionadas presentaron finalmente el certificado exigido. Se estudiará si les devuelven la licencia.
En este país pobre de Asia, que cuenta con 1.054 boxeadores profesionales, ese deporte es percibido por muchos como la vía para prosperar, a imagen de Manny Pacquiao, una estrella nacional.