Son tiempos de cambios no sólo en la gobernación sino también en la primera línea del Poder Legislativo. Laura Montero dejará la vicegobernación para darle su lugar a Mario Abed, en lo que no será un cambio de nombres únicamente, sino también de estilos.
La transición comenzó hace poco más de un mes, con algunas reuniones entre la actual vicegobernadora y quien la sucederá. Desde sus entornos aseguraron que se trabajó con mucha tranquilidad y predisposición.
"Ha sido un trabajo silencioso pero muy efectivo", indicó una persona cercana a Montero algo que no causó sorpresa porque ambos pertenecen al mismo frente político. Sin embargo, los matices de ambos son muy distintos por lo que, a priori, serían dos gestiones muy diferentes.
El perfil de Laura Montero es más técnico y menos político, si se la compara con el del intendente de Junín. "Yo no voy a estar acá (en la Legislatura) para tocar la campanita, para eso busquen a otro", ha dicho varias veces Abed en el seno del oficialismo. Y está claro que su gestión el frente de la comuna, además de su trayectoria en política, lo posicionan como un vicegobernador que tendrá un agenda propia y muy política.
Perfiles distintos
Por los pasillos de la Legislatura se respiran aires de cambio, y no son pocos los que han expresado su expectativa por la llegada del juninense sin que esto sea una crítica a la primera vicegobernadora de Mendoza.
Mario Abed tiene una larga trayectoria en la administración municipal y sabe muy bien dónde afinar el lápiz cuando la situación lo amerita, aunque ya se ha comprometido a mantener en líneas generales las iniciativas de Laura Montero, entre ellas, las distintas unidades de Gestión Legislativa.
Entre Montero y su sucesor hay varios puntos en común como son la participación y la territorialidad. La actual vicegobernadora promovió la creación de oficinas de la Legislatura en varios departamentos y el concepto de "Legislatura Abierta" fue una de las banderas que sostuvo en estos cuatro años de gestión.
En cambio a Abed lo definen como "una topadora". Para la gente de su entorno tanto su carisma como claridad a la hora de explicar conceptos, lo colocan como una persona cercana a la comunidad con un marcado perfil político.
Abed en campaña quedó con un compromiso con los sectores productivos primarios quienes le dieron un gran apoyo. Por lo que es de esperar que se involucre en la gestión del sector vitivinícola del gobierno, el sector más visible de la economía provincial.
Previo a su asunción viajó a Países Bajos, en lo que fue una misión oficial como vicepresidente electo junto a Martín Kerchner y el presidente del Iscamen, Alejandro Molero para comercializar vinos a a granel. También se sabe que ha participado activamente de reuniones con Enrique Vaquié, futuro ministro de Economía, con quien deberá de alguna forma negociar las políticas a aplicar para un sector que está en crisis.
"Laura hizo política desde lo técnico, Mario va a ser política desde la política", dicen en la Legislatura, algo que pinta de cuerpo entero qué esperar de este cambio.
El paso de Laura Montero por el Senado no será unos más para muchas personas que la ven a diario. "Es una persona muy proactiva, exigente que siempre nivela para arriba, conoce mucho la Legislatura y su planificación de todo nos permitió trabajar de una forma muy ordenada", comentó una empleada con varios años de antigüedad.