Deseo referirme al caso de Lucía, la niña tucumana, a los efectos de aportar al debate un concepto de precisión postulado por el sociólogo alemán Max Weber. Previamente, deseo también dejar por sentado dos aspectos fundamentales, a manera de establecer el por qué y el para qué de estas líneas:
1. Que el firmante considera a la interrupción legal del embarazo para los casos de violación y/o peligro de la gestante, como un derecho innato y por innato humano.
2. No obstante, nunca más lejos del ánimo de estas palabras está el socavar las convicciones del señor gobernador de Tucumán, doctor Juan Manzur, erguido militante de “los pañuelos celestes”; ni de cualquier otro (a) funcionario (a) de su gestión, que comulgando con esos mismos principios, tenga incumbencia en el caso de Lucía.
En su obra “El político y el científico” (1919), Weber asevera que hay una diferencia insalvable entre obrar según convicciones, edificadas en la moral, y obrar según responsabilidades... En base a este parecer, es que simplemente dejo planteado aquí mi retórico recelo, acerca de si la administración Manzur se ha expedido negativamente a la interrupción de la gestación, a lo largo del conflicto, basándose en convicciones morales y dejando de lado las responsabilidades que implican la salvaguarda de cada uno de los habitantes del suelo tucumano.
Federico Abbiati
DNI 29.327.103