"Fidel De Lucía aparece ante nuestro encendido recuerdo con la imagen, que siempre lo revistiera, de una noble y delicada austeridad. Su estatura, ni alta ni baja; sus modales mesurados; su carácter firme y optimista podía vislumbrarse a través de su rostro circunspecto, pero no ajeno a esa sonrisa presta a asomarse por cualquier ocasional ocurrencia de sus amigos", decía Vicente Nacarato a Los Andes en 1966.
Predominantemente paisajista, De Lucía fue un pintor de considerable nivel artístico.
Pero no sólo llamó la atención con su pintura, sino que se ocupó activamente del desarrollo cultural y desempeñó una intensa acción docente.
Designado por el Gobierno de Mendoza, fundó el Museo Provincial de Bellas Artes, ocupó la secretaría y luego su dirección (1928).
Participó en la fundación de la Academia Provincial de Bellas Artes (1933), en la que desempeñó los cargos de profesor y director. Asimismo -resaltaba Los Andes en el centenario del nacimiento del artista- organizó el Museo de Bellas Artes “Fernando Fader” de Godoy Cruz, del que fue profesor honorario, y también ejerció la docencia en la UNCuyo hasta su muerte en 1956.
Fue socio fundador de la Asociación de Artistas Plásticos y está representado en museos provinciales del país, de Capital Federal y en el Museo de Arte Contemporáneo del Hemisferio Occidental de Nueva York.