Antes de las 20 ya se vivía un clima especial en el casco céntrico del Gran Mendoza. Mientras algunos comercios del rubro gastronomía se preparaban para recibir a los hinchas, sobre todo del equipo argentino, en algunos bares o drugstores también se notaba que la proximidad del partido estaba cerca.
Con banderas, camisetas, gorros o cualquier otro elemento celeste y blanco, los mendocinos le pusieron color a la distancia y vivieron el compromiso en el Atahualpa de Quito con nerviosismo.
El “vamos, vamos, Argentina”, se sintió con énfasis en la previa, sin embargo el canto que se hiciera popular desde el Mundial ‘78 se detuvo rápidamente cuando Ecuador abrió la cuenta.
ero el alma volvió al cuerpo con el empate nacional, de quién si no, de Messi, el mejor del Mundo. Y precisamente el crack rosarino tenía en su zurda los boletos a Rusia 2018. Marcó dos más y Argentina llegó al Mundial. Los nervios se convirtieron en festejo hasta altas horas de la madrugada en el centro provincial.