El consumo de lujo revive: tras la reapertura de las importaciones, regresan lentamente marcas emblemáticas, como Calvin Klein y más recientemente Hermenegildo Zegna. Ahora es el turno del mobiliario y la decoración hogareña pertenecientes a diseñadores de alta costura, como Armani, Fendi, Robert Cavalli y Ralph Laurent, que desembarcaron de la mano de Argentina Mobili, dueña de la licencia exclusiva para toda la región.
Todo es parte de la diversificación del negocio de las casas de moda, que tratan de expandir su influencia, diseños y estética al segmento muebles y accesorios. A nivel local, ya se subieron a la movida Kosiuko, Wanama, Rapsodia y Prototype.
“El consumo de bienes de lujo es aspiracional. Es la ostentación del poder de compra, de identificación, que pueden ser relojes, zapatos y la ropa, que tienen una relación estrecha con los muebles y los accesorios de la casa”, explica Laura De Lillo, directora de Argentina Mobili.
La firma inauguró la semana pasada un showroom en la Mansión Palanti, en pleno Barrio Parque de la Capital, con diversas colecciones de amoblamiento y decoración.
El lujo alude a los precios, ya que un juego completo de living de Robert Cavalli puede cotizar en 150.000 euros, más IVA. Hay ofertas más accesibles, como por caso una de las líneas intermedias de Fendi Casa, que ronda los 80.000 euros. No se alarme: aceptan tarjeta.
American Mobili tiene planificadas dos aperturas más para 2018: una en el shopping Norcenter y la otra, "en alguna avenida destacada de la Ciudad", adelanta De Lillo.
Además de las marcas aspiracionales de moda, la empresa obtuvo la representación de Bentley Home (autos de lujo) y varios fabricantes de muebles exclusivos, como la portuguesa Boca do Lobo, la elegida para decorar la casa del protagonista de la película "50 sombras de Grey". "Sabemos que se consumen productos de lujo y el objetivo es concentrar la demanda. Tenemos buenas expectativas, a tal punto que ya logramos concretar algunas ventas”, cuenta la empresaria.
Las casas de moda italianas fueron las primeras en diversificar la explotación de sus marcas exclusivas en otros rubros. Versace, a fines de los 90, lanzó su línea Home y poco tiempo después se sumaron Armani, Fendi, Bottega Veneta (del grupo Gucci) y la norteamericana Ralph Laurent. El juego radica en "exportar" los diseños más exclusivos de indumentaria a la decoración del hogar, para que todo combine: mesas, sillas, espejos, alfombras, lámparas, productos de cama y baño, vajilla y todo tipo de adornos. Ya hay marcas nacionales que hacen lo mismo.
Casi con el mismo espíritu. Nacida en 1992, Kosiuko expandió sus diseños de indumentaria informal al negocio de los hoteles boutiques con la marca Casa Chic, primero en Punta del Este (2006) y posteriormente en Palermo Soho (2008) y en Carmelo Club de Campo (2012). Andrea Rojas, su vocera, señala que desde el año pasado "instalamos 'corners' dentro de nuestros locales con parte del catálogo de la línea decoración hogareña". En total, Kosiuko cuenta con 8 puntos de venta con una oferta de accesorios, como almohadones, mantas, cortinas, vajilla y velas aromáticas. "Esta línea viene creciendo fuerte. Todo es producción propia y hoy representa el 25% de los ingresos de Kosiuko", concluye la ejecutiva.
El caso de Rapsodia (que tiene a Francisco de Narváez entre sus accionistas) es más reciente. Desde el año pasado, la empresa de indumentaria ingresó en el negocio de la decoración con muebles, accesorios y artículos de bazar y regalería. El catálogo es amplio: sillones, banquetas, toallas, alfombras y velas. Rapsodia tiene 53 locales en la Argentina (todos propios) y otros 45 distribuidos en Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia y México. "En algunos de ellos estamos instalando rincones enfocados en la decoración hogareña", comentó una fuente de la firma.
Hace dos años, Wanama incursionó en ese mercado asociada a Akala Home, la empresa encargada de explotar la línea de decoración hogareña. "Es un concepto más amplio, que surgió en EEUU y en España", señala Federico Salvat, socio fundador de Akala. El primer local -recuerda el empresario- lo inauguramos en Palermo Soho y "sumamos otros tres franquiciados: dos en Córdoba y el restante en San Martín de los Andes".
Al igual que Kosiuko, Wanama incluye todo: muebles y accesorios para el hogar con el mismo estilo y los diseños de la indumentaria: vasos, velas aromatizadoras, manteles, alfombras, cubiertos, servilletas, toallas y cubrecamas. Es un concepto -admite Salvat- "similar al de algunas marcas de ropa americana, como Urban Outfiter, en la que entrás y podés comprar libros, discos y regalos". Y que también replicó Zara, del grupo español Inditex, que lidera el multimillonario Amancio Ortega, con su línea Zara Home. "En la Argentina, Prototype fue la pionera", dice.
Salvat cuenta que la apertura del primer local requirió una inversión de U$S 400.000. Dice que el 60% de la oferta es de producción nacional y que el resto se importa desde "la India, Marruecos, algo de China y Portugal, y mucha vajilla inglesa". Sobre rango de precios, ejemplifica: "Un juego completo de living cuesta alrededor de $ 40.000".
