Dalmiro Garay recibe a Los Andes con mate en su despacho. Se lo nota tranquilo, aunque no todavía como alguien que vive sus últimos días en ese trabajo, sino con la misma agenda cargada diaria, la de un jefe de un ministerio que abarca muchos temas, algunos de los más importantes en lo que respecta al funcionamiento diario del Poder Ejecutivo.
Reconoce que le cuesta la exposición de los medios de comunicación, pero lo comprende, teniendo en cuenta que si todo sale como está planeado por el gobernador Alfredo Cornejo, será uno de los siete integrantes del máximo tribunal de justicia local.
"Si me preguntaban dos años antes, cuando comencé a trabajar con Cornejo, ni soñaba con ser un ministro de la Suprema Corte", dice quizás el hombre más técnico que tiene el gabinete del Poder Ejecutivo, encargado de liderar el ministerio de Gobierno, Justicia y Trabajo, además de la órbita de lo Legal y Técnico.
Abogado de 45 años oriundo de Jáchal -departamento del norte sanjuanino-, ha sido uno de los ideólogos del tan famoso como polémico Ítem Aula, bandera de este Gobierno que ha generado más de una discusión en su familia; así como de las principales reformas judiciales que, según el propio Ministro, han sido "las más importantes de los últimos 40 o 50 años" de la provincia.
De a poco se transformó en uno de los hombres de confianza de Cornejo, a quien califica de “obsesivo” en el trabajo, “con una gran capacidad de gestión”. De hecho, no hay leyes o decretos –los más importantes- que no salgan sin su aprobación.
El abogado que quería ser médico
Garay realizó toda su educación primaria y secundaria en el Normal de Jáchal, institución que cumplió 100 años de existencia, y a los 17 años se vino a vivir a la provincia a un departamento que alquilaba su hermana mayor en Pedro Molina. Sin embargo, el estudio del Derecho fue quizás fortuito, ya que su idea era estudiar medicina en Córdoba.
"No podía ir a Córdoba, porque mis padres ya alquilaban en Mendoza para que mi hermana estudiara. Si bien podría haber iniciado acá la carrera, hablé con ella y me decidí por Derecho en la UNCuyo", casa de estudios en los que comenzaría la militancia en la Franja Morada, con Raúl Alfonsín como principal referente.
Allí llegó a ser presidente del Centro de Estudiantes, en 1994, pero ese no sería el punto más alto en la Franja, sino que sirvió como enlace para catapultarse hacia la mesa nacional. En 1997 se fue a vivir a Buenos Aires, donde tuvo a su cargo la representación de la Franja en la Internacional Socialista, por lo que pudo viajar en varias oportunidades a distintos países de Europa y Centroamérica.
No obstante, la militancia la heredó de pequeño por su padre, quien fue intendente radical de Jáchal desde 1987 al 1991. "Yo pintaba carteles de la UCR a los 11 años. Mi despertar político fue con Alfonsín; recuerdo que fui las dos veces que estuvo en San Juan en campaña", recordó Garay, quien fue también presidente del Centro de Estudiantes en la secundaria.
En Buenos Aires, paralelamente con su desempeño en la Franja Morada, comenzó a trabajar en el Consejo de la Magistratura con Juan Geminiani. No obstante, volvería a Mendoza en 2001 para finalizar sus estudios inconclusos.
“Tenía poco tiempo y no podía hacer las dos cosas a distancia. Decidí en un primer momento dejar la facultad e irme a Buenos Aires, pero después volví y rendí las 6 materias que me quedaban en un año”, acotó.
Afincamiento en Mendoza
De vuelta en la provincia, conoció a su mujer, Mariela, militante también de la Franja en la facultad de Educación Elemental, con quien alquiló durante algunos años en Godoy Cruz y luego construiría su casa en La Puntilla. Con ella tuvo dos hijas: Guillermina, de 15 años; y Josefina, quien cumplirá 8 años en las próximas semanas.
Una vez recibido, ingresó en el Estado a trabajar como asesor letrado y después como director de Asuntos Jurídicos en la Dirección General de Escuelas (DGE), mientras daba también clases de Derecho Administrativo (su especialidad) en la universidad del Aconcagua.
Luego, durante la gestión de Julio Cobos, pasó a trabajar en la Asesoría de Gobierno, cargo que ocuparía hasta el 2015. Durante ese tiempo, realizó la Maestría en Derecho Administrativo de la Economía.
Cornejo, por Garay
La llegada de Garay al ministerio de Gobierno fue sorpresiva, según él mismo, ya que si bien se conocían, nunca militaron juntos. “Cuando decidió ser candidato a Gobernador yo participé de algunas reuniones del equipo técnico sobre Estado. Allí aporté algunas ideas que tenía por el trabajo que tenía”, indicó Garay.
Sin embargo, en septiembre del 2015, ya con Cornejo como gobernador electo, recibió el ofrecimiento de la cartera. “Nos tomamos un café y luego le dije que sí. Desde ahí planteamos el trabajo hacia adelante”, sostuvo.
Con respecto al mandatario, Garay expresó que con el paso del tiempo han ido ganando confianza. Opinó que es “muy obsesivo” con el trabajo, y que es también “muy honesto intelectualmente”
“Es una persona que escucha mucho. Pide opiniones y luego, con una visión más amplia actúa, pero ninguna acción que toma es al azar. No hay decisión que tome sin información, ni actuando frente al titular de un diario, porque eso significa que no tenés plan de gobierno”, amplió.
Deudas pendientes y logros
El Ministro se mostró conforme con su trabajo al frente de la cartera de Gobierno. Indicó que uno de sus mayores logros son el proceso de modernización del Estado, el régimen de concursos y también las reformas judiciales. Pero la deuda pendiente corre por el mismo camino, no haber finalizado los cambios en modernización.
“Modernizar es repensar el sistema, la forma en la que actúa la administración del Estado. Es un proceso contracultural y de adaptación; terminar con el expediente papel, repensar todo el proceso interno de gestión lleva tiempo, pero lo estamos haciendo”, aseguró.
El Ítem Aula, "problema" de familia
Dalmiro Garay es el segundo de cinco hermanos, y viven todos en Mendoza. La mayor es codefensora civil, otra es anestesista en el Lagomaggiore, el más chico está por recibirse de ingeniero, y su otra hermana es profesora de música, con quien reconoció que mantuvo algunas diferencias por la implementación del Ítem Aula, recientemente declarado constitucional por la Suprema Corte en un fallo plenario unánime.
"Yo creo que no le gustó el Ítem Aula, pero reconoce que ordenó la escuela. Ahora falta a la escuela sólo el que está enfermo y el director no se tiene que preocupar todas las semanas por publicar las suplencias en el diario" comentó.
Además contó que en los almuerzos de fin de semana con sus hermanos, también participa su cuñado, que es profesor en una escuela privada, quien “defiende el ítem y asegura que si él no trabaja, no le pagan el día, lo que nos generaba diferencias con los maestros del Estado”.
Apostillas
- - En sus tiempos libres, le gusta estar en su casa con su familia
- - Suele realizar trabajos manuales como la jardinería, aunque no mucho deporte por cuestiones de tiempo. Antes practicaba mountain bike.
- - Ve televisión de vez en cuando y suele leer sobre Derecho y también novelas, especialmente las de Gabriel García Márquez.