Pocos son los aprobados en este seleccionado que conduce Jorge Sampaoli. Ante Venezuela, último en las posiciones, y de local, Argentina tenía todas las de ganar. Sobre todo por los nombres que se carga este equipo.
Lionel Messi, sobre quien siempre se espera algo más, encajó con las expectativas en el primer tiempo. Con un Dybala que pasó desapercibido hasta que en el complemento dejó en evidencia que es parte de la asociación con Leo. Justamente en esta segunda parte, el mejor jugador argentino bajó su rendimiento.
Pero mientras Messi cayó en protagonismo, creció la de Marcos Acuña, quien ingresó por el lesionado Di María (25 minutos del primer tiempo) para darle movilidad por la banda izquierda. Y valla si la dio.
Él metió el centro para el 1 a 1 y siempre fue incisivo en el ataque. Con un tremendo despliegue por ese andarivel, Acuña bajó para recuperar cuando hizo falta y subió para desequilibrar.
Tremenda actuación que llenó las expectativas del exigido público argentino que aún espera que esta Selección clasifique al Mundial 2018.