Pocos futbolistas tienen el privilegio de anotar un gol que valga un campeonato mundial. En Argentina y en Alemania, a Andreas Brehme se lo recuerda por eso: fue él quien marcó, de penal, el único gol de la definición de Italia ‘90 en la que los germanos vencieron al equipo de Maradona y compañía.
Hoy, 24 años después de haber llegado a la cúspide de su carrera deportiva, el ex defensor atraviesa una difícil situación económica, con una deuda de 200 mil euros. Y para salir de ella, hasta le ofrecieron un trabajo limpiando inodoros. “Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas. Él hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título, y ahora es el turno del fútbol alemán de hacer algo por él”, expresó Franz Beckenbauer.