Omar Labruna tiene claro que quiere armar a Gimnasia de atrás para adelante. Teniendo una base sólida para luego salir a buscar los jugadores desequilibrantes de mitad de cancha hacia arriba.
Por esa razón es que el entrenador y los dirigentes se movieron con velocidad y reforzaron la parte defensiva y así sumaron una línea de cuatro completa: Nicolás Sainz y Matías Villavicencio como centrales y Eros Medaglia y José Shaffer como laterales.
Estos cuatro jugadores se suman a los cuatro “sobrevivientes” de la temporada pasada: Gerardo Corvalán, José Albornoz, Yair Marín y Marcelo Carrizo.
Con la defensa lista, la dirigencia comenzó a moverse para sumar jugadores en la zona media y así cerraron a Emiliano Méndez, volante central que llegó de Estudiantes de San Luis. Así reforzará la pelea por ser el volante central junto a Fabio Giménez y David Garay.
Con el círculo central completo, Labruna les apuntó a los popes mensanas buscar jugadores que se muevan por las bandas y un enganche, que estuvo listo pero una serie de desacuerdos hicieron que Albano Becica no sea jugador del Lobo, ya que el representante pidió un dinero diferente al que había arreglado, por esa razón se cayó la operación.
En cuanto a los carrileros, Mariano Puch (se mueve por la derecha) es otro que tiene chances de llegar al Parque, ya que esta semana se definirá la situación. Para ese lugar Labruna sólo cuenta con Neri Espinosa.
Ahora la lupa estará puesta en buscar un volante por la izquierda, ya que por ahora sólo cuenta con Luciano Peinado, quien ya se encuentra en condiciones de jugar luego de superar la operación por un tumor benigno.
Lo más duro vendrá ahora, ya que hay que sumar goles, algo que faltó en la temporada pasada, y por eso hay varios jugadores apuntados: Alejandro Toledo (Unión Aconquija), Juan José Arraya (Santamarina) y Joaquín Boghossian (Cerro, Uruguay).
De los tres, los dos primeros estarían cerca de llegar, mientras que el uruguayo es el sueño de la dirigencia que buscará un ascenso rápido.